Efe, Ceuta / Melilla

El millar de inmigrantes subsaharianos abandonados en el desierto marroquí fronterizo con Argelia fueron recogidos ayer tarde por las autoridades marroquíes para ser deportados a sus países de origen.

La actuación marroquí se produce tras la puesta en marcha del plan de medidas humanitarias ordenado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El jefe del Ejecutivo encargó dicho plan al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y a la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, quienes viajarán hoy a Marruecos.

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, declaró ayer en Lisboa que el Ejecutivo español «garantiza el respeto y la defensa de los derechos humanos», por lo que «hemos solicitado al Reino de Marruecos acciones humanitarias y pedido la intervención de la Organización Mundial de Migraciones».

La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) confirmó que, al final de la tarde de ayer, no quedaban ya inmigrantes abandonados y expresó su intención de acompañarlos hasta los aviones en los que serán repatriados a sus países de origen, para velar por su seguridad.

El coordinador del proyecto Cuarto Mundo de MSF, Carlos Ugarte, explicó que los últimos inmigrantes viajaban ya en camiones y autobuses hacia la localidad marroquí de Bouarfa -situada a unos 150 kilómetros al norte de la región donde se encontraban-, localidad en la que debían pasar la noche.

Hoy está previsto que los más de mil subsaharianos que habían sido abandonados, entre los que hay cerca de cuarenta enfermos, continúen camino hasta Uxda para su repatriación.

MSF afirmó que las autoridades marroquíes no les están poniendo ninguna traba en su trabajo, una muestra, para esta ONG, de que la presión internacional sobre España y Marruecos está dando sus frutos.

Diplomáticos de algunos de los países de procedencia de los inmigrantes subsaharianos llegaron ayer a la localidad marroquí de El Aouina-Souatr (a unos 500 kilómetros al sur de Uxda), adonde, poco después, fueron arribando varios autocares marroquíes con los inmigrantes que habían recogido en carreteras y caminos próximos a esta pequeña aldea y que habían iniciado una penosa travesía a pie hacia el norte de Marruecos.

Misión de la Comisión Europea

La Unión Europea no se ha quedado indiferente ante el problema. Una misión técnica de la Comisión Europea recorrió ayer el doble perímetro de impermeabilización fronteriza que separa Melilla de Marruecos, concretamente las «zonas calientes» de Barrio Chino y Rostrogordo, así como el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y la Comandancia de la Guardia Civil.

La misión, cuyo viaje ha sido ordenado por el comisario europeo de Seguridad, Libertad y Justicia, Franco Frattini, llegó ayer a las 13.00 horas al aeropuerto de Melilla procedente de Madrid, y fue recibida por el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón. Tras su visita, la misión de la CE emprendió viaje en helicóptero a Ceuta.