Europa Press, Madrid

El coordinador de Inmigración de MSF, Carlos Ugarte, indicó que entre estos inmigrantes, originarios de países como Camerún, Ghana, Guinea Conakry, Liberia, Nigeria y República Democrática del Congo figuran al menos dos mujeres embarazadas y un niño.

En cambio, 300 senegaleses serán repatriados desde el aeropuerto de esta localidad, el mismo destino que otros 600 inmigrantes de Mali. El ministro marroquí de Comunicación, Nabil Benabdelá, anunció ayer que el Gobierno del reino alauí iba a fletar hoy un avión con unos 200 inmigrantes que serán repatriados a Senegal. Aproximadamente un millar de inmigrantes fueron reagrupados el sábado en tres campamentos cerca de la localidad de Bouarfa desde diferentes puntos del desierto, donde habían sido abandonados. Ugarte indicó que en Bouarfa aparecen pequeños grupos de inmigrantes procedentes del desierto.

Este grupo forma parte de los cerca de 2.000 inmigrantes que trataron de saltar la valla de Melilla y fueron abandonados por Marruecos en el desierto y, de ellos, hay al menos cuatro personas «con nombres y apellidos» que han fallecido, según las citadas fuentes. Aproximadamente mil personas deambulan perdidas por el desierto a 15 kilómetros de la frontera con Argelia y sometidos a un cruce de fuego y dirigiéndose hacia el antiguo Sahara español y a una zona desértica de Mauritania.

Las fuentes señalaron que esta situación contrasta con el anuncio de que los inmigrantes iban a ser repatriados en avión a sus países de origen y calificaron la situación de «auténtica carnicería», ya que hay «mujeres y niños». Explicaron que los deportados a bordo de los autocares llevaban dos días sin beber agua ni tomar alimentos, aunque en el tercer convoy avistado, «hemos visto -indicaron- que les han dado algo de pan y hemos visto a personas esposadas». También señalaron que 14 personas fueron abatidas a tiros al negarse a subir al autobús.

Rajoy pide expulsiones inmediatas

Mientras, el líder del PP, Mariano Rajoy, que permaneció ayer tres horas en Melilla sin acudir al centro de internamiento de inmigrantes, exigió al presidente del Gobierno que visite Ceuta y Melilla y plantee alternativas a la U. Rajoy afirmó que los inmigrantes clandestinos deben ser expulsados inmediatamente y De la Vega le reprochó que no viajara cuando era ministro o vicepresidente.