Una de las nuevas diputadas del PP, la valenciana Inmaculada Bañuls Ros, protagonizó la anécdota de la primera votación al equivocarse al anunciar su voto, dando el "sí" al candidato socialista, si bien el error no tuvo trascendencia porque el secretario de la Mesa que pedía el voto en ese momento, que afortunadamente para ella también era valenciano y del PP, le ayudó a corregirse.

Cuando fue llamada a anunciar su voto sobre la investidura de Rodríguez Zapatero, Bañuls se puso en pie y dijo "sí", lo que evidentemente contradecía la posición de su partido. El secretario tercero de la Mesa que en esos momentos llamaba a los diputados por orden alfabético, el también diputado valenciano del PP Ignacio Gil Lázaro, se dio cuenta del error y, a los efectos de que los servicios de la Cámara tomara buena nota del voto, corrigió y dijo "no".

Esa corrección suscitó murmullos de protesta en el Grupo Socialista, que por un momento se había encontrado con un voto a favor de Zapatero con el que nadie contaba a priori. Gil Lázaro optó por volver a llamar al voto a Inmaculada Bañuls, que esta vez dijo claramente "no", poniendo fin a la confusión.

Inma Bañuls inició su carrera política como concejala del PP en el Ayuntamiento de Gandia durante el mandato de 2003-2007, periodo en que Fernando Mut era líder local del partido.

En la crisis que enfrentó a Mut con la dirección del PP valenciano, la concejala Bañuls se mantuvo siempre fiel a Camps. Esa fidelidad le valió no sólo volver a figurar en puestos de salida en las elecciones municipales de 2007, sino que, un año después, el PP premió a la concejal situándola en un lugar de salida en la lista para el Congreso por Valencia.