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Un «aviso» de la «democracia catalana». Ése parece ser el mensaje conjunto que representantes CiU y ERC lanzaron en la jornada de la consulta independentista catalana. Así, el secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, opinó que el referendo es un aviso a la España que «no escucha» a Cataluña. Puig subrayó: «Si España no acepta una relación confederal, un Estado plurinacional, mucha gente empezamos a preguntarnos hacia dónde hemos de ir en el futuro», advirtió.

Por su parte, el portavoz de CiU en el Parlament, Oriol Pujol, pidió hoy que «tomen nota» todos aquellos que pensaban que las consultas sobre la independencia celebradas en 166 municipios catalanes eran sólo «un juego sin trascendencia». «Se ha puesto sobre la mesa el derecho a la autodeterminación, que estaba silenciado» en Cataluña, afirmó Pujol.

En ERC, Joan Puigcercós y Joan Ridao valoraron la consulta soberanista. El primero aseguró que demuestra que la sentencia que el Tribunal Constitucional (TC) emitirá sobre el Estatut «ya es intrascendente». El dirigente de ERC recordó que el texto del Estatut «hace inviable lo que muchos catalanes deseamos» y volvió a insistir en que las aspiraciones de Cataluña «no caben en la Constitución». «Hoy, muchos han visto que la sentencia del Constitucional es intrascendente. Se decía que marcaría un punto y final, pero resulta que se nos esgrime la Constitución como si fuese el Código Penal», aseguró. Por su parte, Ridao aclaró que «no puede ser que ir a hablar a las urnas para unas cosas sea bueno y para otras no» y recordó que no es una iniciativa vinculante pero sí «relevante políticamente».

Críticas del PSOE y del PP

Tanto el PSOE como el PP criticaron ayer la jornada de consultas celebrada en Cataluña. Así, el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, calificó de «actos de propaganda política» las consultas soberanistas de ayer. En declaraciones a la Cadena Ser, Chaves remarcó que no tienen carácter «vinculante» y carecen de relevancia. «Esas consultas, que no tienen la validez ni la naturaleza ni el nivel de referendos, son simplemente actos de propaganda política», sostuvo.

Para la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, la consulta «daña a Cataluña». Aguirre manifestó que el referendo «debe divertir mucho, entretener a todos los nacionalistas», que ahora «prácticamente son todos los partidos» de Cataluña «salvo el PP».

Por su parte, el vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, consideró que las consultas son «una presión más» para «condicionar» la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut de autonomía y criticó que se produzcan «con la indiferencia» del Gobierno de la nación y «el dejar hacer» del PSC.

Para el coordinador general de IU, Cayo Lara, el referendo ha de tener un «valor testimonial» pues reflejan la opinión de un grupo de ciudadanos «libres».