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La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, subrayó ayer que el Partido Popular es "el partido social y progresista" en España porque, a su juicio, es el partido "de los trabajadores" y el que "protege a los pensionistas" al fomentar la creación de empleo. En un acto con jubilados de Talavera de la Reina, Cospedal criticó el ajuste económico del Gobierno y lo calificó como "el recorte más insolidario" acometido en la política social de España porque supone que "los más débiles", citando a pensionistas y dependientes, tienen que pagar "los despilfarros" del Gobierno.

"Que no nos vengan hablando de gobiernos sociales y progresistas porque aquí el gobierno social y progresista se llama Partido Popular, porque somos el partido de los trabajadores, de los autónomos, de los pequeños y medianos empresarios, y el partido que protege a los pensionistas", subrayó.

La dirigente del PP criticó los 13.000 millones de euros del Plan E invertido en los ejercicios 2009 y 2010 y pidió "menos aceras y parques nuevos y más mantener las pensiones".

También dijo que "de forma absolutamente radical" el PP votará en contra de la congelación de las pensiones y propuso compensarlo recortando la partida de cooperación y desarrollo, ya que, según dijo, para ser un país solidario "primero hay que serlo con sus personas mayores".

Recuperar el Pacto de Toledo

Por su parte, el vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, y el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, pidieron ayer recuperar el consenso de la Transición y el espíritu del Pacto de Toledo para preservar las pensiones.

Arenas anunció que el PP llevará a todos los Parlamentos autónomos una iniciativa en defensa del Pacto de Toledo sobre las pensiones que, en su opinión, significó "la tranquilidad para los mayores y el saneamiento de la Seguridad Social". Así, destacó que anunciar una congelación de las pensiones, como hizo el presidente Zapatero, "es cargarse el consenso alegremente en una decisión improvisada".

González Pons, por su parte, pidió a los españoles un esfuerzo de "patriotismo institucional" y unirse en defensa del Estado de Derecho y del Estado del Bienestar que, a su juicio, pone en peligro el presidente del Gobierno. Zapatero, como empleado de todos los españoles, "está en condiciones de ser despedido", aseguró.