Benedicto XVI se reunió ayer con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien analizó la ley de libertad religiosa en España y hablaron de las próximas visitas del Papa a territorio español.

El coloquio se celebró en un ambiente de "gran cordialidad" y en un clima "muy positivo", según dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi, quien precisó que estos son elementos "a tener en cuenta".

Lombardi agregó que el Obispo de Roma y Zapatero hablaron a solas 25 minutos y que el encuentro que después celebró con el cardenal secretario de estado, Tarcisio Bertone (primer ministro de la Santa Sede) duró 50 minutos, tiempo que consideró "excepcionalmente largo".

Esta fue la segunda reunión que mantienen el Papa Ratzinger y Rodríguez Zapatero, tras la celebrada en Valencia en julio de 2006.

"Los coloquios han permitido un intercambio de puntos de vista sobre Europa, sobre la actual crisis económico-financiera y el papel de la ética", señaló el Vaticano en un comunicado, en el que añadió que también estuvo sobre la mesa la situación en los países de América Central y del Caribe, así como la de Oriente Próximo.

El Papa y Zapatero, y después éste con Bertone, analizaron la situación bilateral entre la Santa Sede y España. "También se trataron asuntos de actualidad y de interés para la Iglesia en España, como la presentación eventual de una nueva ley sobre la libertad religiosa, la sacralidad de la vida desde su concepción y la importancia de la educación", añadió la Santa Sede.

Por lo que respecta a las visitas del Pontífice a Santiago de Compostela y Barcelona el 6 y 7 de noviembre de este año y a Madrid en agosto de 2011 para la Jornada Mundial de la Juventud, "se ha reconocido la más amplia disponibilidad del Gobierno español para colaborar en su preparación y desarrollo", precisó la nota.

A este respecto, Lombardi subrayó que el Vaticano valora "muy positivamente" la disponibilidad del Ejecutivo español para colaborar en la preparación y desarrollo de esas visitas.

Zapatero precisó después a la prensa que había reiterado la "máxima disposición" del Gobierno para el "éxito" de los viajes, "que estamos convencidos de que va a ser así".

Un tono correcto

También dijo que el diálogo mantenido con el Papa fue en un "tono correcto" y que hablaron "fundamentalmente" de la educación y la libertad religiosa.

El Gobierno de Zapatero pretende reformar la ley de libertad religiosa, que tiene unos 30 años, con el objetivo de regular, entre otros, la utilización de símbolos religiosos en espacios públicos.

El líder socialista dijo también que su viaje se enmarca en la tradicional visita que los presidentes de turno de la UE realizan al Vaticano. Zapatero abogó por el diálogo entre religiones y dijo que había trasladado al Papa la labor de la Alianza de Civilizaciones "y la conveniencia para que ese espíritu de libertad y convivencia entre religiones que representa la alianza esté presente en la acción del Vaticano.

"Le despido como se despide a un santo, porque ha recibido la bendición del Papa y está en estado de gracia". Así se despidió Silvio Berlusconi del presidente español, cuando éste comenzaba su intervención ante la prensa y, acto seguido, hizo mutis por el foro dejando a en el desconcierto a su homólogo español, que se enfrentó solo a las preguntas de la prensa. La "gracia" de Il Cavaliere se produjo durante la comparecencia que los jefes de Gobierno italiano y español ofrecieron después del encuentro que ambos mantuvieron ayer en Roma. Poco después, el portavoz de Berlusconi. Paolo Bonaiuti justificó la ausencia de Berlusconi durante la última parte de la comparecencia como un "acto de cortesía" para dar la posibilidad a Zapatero de llevar a cabo su propia rueda de prensa sobre su viaje a Roma. "Es una continua obsesión encontrar siempre y a toda costao algo extraño", dijo. eferoma

Berlusconi deja solo a Zapatero tras decir que «es un santo»

«Le despido como se despide a un santo, porque ha recibido la bendición del Papa y está en estado de gracia». Así se despidió Silvio Berlusconi del presidente español, cuando éste comenzaba su intervención ante la prensa y, acto seguido, hizo mutis por el foro dejando a en el desconcierto a su homólogo español, que se enfrentó solo a las preguntas de la prensa. La «gracia» de Il Cavaliere se produjo durante la comparecencia que los jefes de Gobierno italiano y español ofrecieron después del encuentro que ambos mantuvieron ayer en Roma. Poco después, el portavoz de Berlusconi. Paolo Bonaiuti justificó la ausencia de Berlusconi durante la última parte de la comparecencia como un «acto de cortesía» para dar la posibilidad a Zapatero de llevar a cabo su propia rueda de prensa sobre su viaje a Roma. «Es una continua obsesión encontrar siempre y a toda costao algo extraño», dijo. efe roma