El verano, que ha comenzado oficialmente a las 13:28 horas, registrará temperaturas más altas que la media de los últimos años, de entre uno y dos grados, según la Agencia Estatal de Meteorología, que calcula una estación "marcadamente cálida" en todo el país y un descenso de las lluvias, en especial en el interior de la península.

La estación más larga -durará 93 días y quince horas- empezará con una ligera recuperación de las temperaturas y a mediados de semana se situarán en los 35 grados, un tiempo más acorde a la época estival que en días anteriores.

Pese al descenso de la temperaturas habido en la primera quincena de junio, se mantienen en promedio un grado centígrado por encima de su valor normal para este periodo. Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este verano será marcadamente cálido en todo el país, sobre todo en la península e interior.

Con seguridad habrá también olas de calor, acompañadas de tormentas y refrescamientos. Entre julio y septiembre, los meteorólogos prevén una ligera tendencia de las lluvias por debajo de lo normal en todo el país, algo más acusada en el interior.

Hoy, 21 de junio, será el día más largo (el tiempo que transcurre entre la salida y la puesta de sol). Por ejemplo, en Madrid durará quince horas, frente a las nueve horas que se prolongó el día más corto, el 22 de diciembre.

El inicio de las estaciones viene dado por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En verano, dicha posición se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más boreal; el día que ello ocurre, la estrella solar alcanza su máxima declinación Norte y permanece casi sin moverse durante varios días.

Por esta razón, se le llama a esta circunstancia solsticio ("sol quieto") de verano. El día del solsticio de verano corresponde al de mayor duración del año, ya que alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más pronto y aquél en que se pone más tarde.