Rodríguez Zapatero hizo ayer un balance satisfactorio de la presidencia española de la UE y se defendió de la oposición parlamentaria que denunció la "intervención" de la economía española: "seis meses después, el prestigio de España afortunadamente está a salvo".

Zapatero compareció ante el pleno del Congreso para informar de las conclusiones del Consejo Europeo de la pasada semana y para repasar los principales logros de sus seis meses al frente de la presidencia de turno de la UE y que concluyen el 30 de junio. Un periodo en el que aseguró que el Ejecutivo se ha sentido "útil" y en el que ha constatado el "firme" apoyo que han dado a España las instituciones europeas y el resto de socios de los Veintisiete a las medidas adoptadas frente a la crisis.

Pero, frente a ello, el líder del PP, Mariano Rajoy, lamentó que Zapatero termine ese mandato europeo dejando a España con la economía intervenida y en situación de "protectorado", y la mayoría de portavoces del resto de grupos le reprocharon que el país haya estado a merced de los mercados y de Alemania.

El presidente del Gobierno afirmó que sería "absurdo" no reconocer el peso de los grandes países en el Consejo Europeo, pero garantizó que en la UE no existe "una política de imposición y menos una política de intervención de la economía".

Pero no hubo reconocimiento alguno por parte de Rajoy a la gestión de Zapatero: "pensaba escribir un guión europeo y, al final, otros se lo han escrito a usted", le espetó. Lamentó que no se haya logrado uno solo de los objetivos previstos para la presidencia europea y calificó el semestre "de bajo nivel, deslucido y de gestión política mediocre".