El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer que no ha planteado la reforma laboral como una "solución definitiva" al problema del paro en España, pero se trata de una "pieza más" que debe cambiar el mercado laboral para favorecer la "estructura productiva". Durante su turno de réplica en el Debate europeo en el Pleno del Congreso, Zapatero respondió de esta forma al diputado de IU, Gaspar Llamazares, a quien acusó de "meter el dedo en el ojo" con este asunto. "Esperemos a ver los resultado de la reforma. Yo no los prejuzgo, pero esperemos a verlos", pidió.

Además, Zapatero reconoció que ha cambiado de opinión sobre la política económica que debía llevar a cabo el Gobierno. Aseguró que su cambio de rumbo vino motivado "por las circunstancias". Con una crisis "tan grave en los mercados y con el aumento del diferencial de deuda hubo que acelerar las reformas".

El presidente aseguró después, en la sesión de control al Gobierno, que la reforma del sistema de pensiones será la que acuerde el Parlamento, aunque el líder de la oposición, Mariano Rajoy, puso en duda que respete el Pacto de Toledo. Y no fue el único que se mostró desconfiado por los compromisos que el Ejecutivo no ha cumplido, ya que también el portavoz de ERC, Joan Ridao, reprochó al presidente el haber "reventado" el Pacto de Toledo.

Zapatero afirmó que en materia de pensiones no habrá una iniciativa exclusiva y propia del Gobierno y que el Ejecutivo está a la espera de que el Parlamento establezca sus conclusiones para después determinar si la reforma se tramitará como proyecto de ley con el acuerdo de los grupos parlamentarios. En este sentido se comprometió de forma "precisa, rotunda y contundente" a que el Gobierno respetará lo que acuerde el Pacto de Toledo.

En un debate encendido y acompañado de aplausos y abucheos de las bancadas popular y socialista, Rajoy acusó a Zapatero de haberse acostumbrado a "decir una cosa y la contraria y a hacer una cosa y la contraria". Esta acusación tuvo su réplica por parte del jefe del Ejecutivo: "Su discurso se reduce a criticarme a mí", y en el resto de cuestiones, "a pasar por alto de todo, a no mojarse en nada y a vaguedades". Zapatero también exigió al líder popular que "se moje" en los temas fundamentales de la economía y que presente alternativas.

Recortará sus vacaciones y convocará tres consejos de ministros

El presidente del Gobierno recortará este año su periodo de vacaciones y descansará sólo "unos días", tal vez una semana y, además, es posible que convoque hasta tres Consejos de Ministros durante el mes de agosto, según fuentes gubernamentales. Habitualmente, el Consejo de Ministros celebra su última reunión del curso político el último viernes de julio -este año, el día 30- y reanuda su actividad el último viernes de agosto, que este año cae en 27. El año pasado Zapatero convocó un Consejo extraordinario a mediados de mes y el próximo agosto es muy posible que a esta convocatoria se sume otra más, la tercera semana. De este modo, los miembros del Gobierno sólo podrán descansar dos semanas, entre el 30 de julio y el 13 de agosto. El motivo, según las fuentes, es que el Gobierno tiene por delante mucha tarea legislativa, aunque no estrictamente relacionada con las medidas para afrontar la crisis económica. ep madrid