El Gobierno Vasco y partidos políticos pidieron ayer al mundo de Batasuna una condena sin paliativos del último episodio de violencia callejera registrado en Salvatierra (Álava), emplazamiento al que la izquierda abertzale respondió que este tipo de sabotajes "no encajan" en su actual estrategia.

Una instalación de la Ertzaintza en Salvatierra fue atacada en la madrugada de ayer con media docena de cócteles molotov y pintura, sin que se produjeran víctimas ni daños materiales de importancia.

Tras el ataque, representantes de partidos vascos reclamaron a la izquierda abertzale que condenase esta acción violenta si realmente apuesta por vías exclusivamente políticas y pacíficas.

El procurador de ANV en las Juntas Generales de Álava Aitor Bezares respondió en una comparecencia en San Sebastián que la apuesta actual de la izquierda abertzale es "confrontar con el Estado en términos políticos y democráticos", por lo que "otras expresiones", como el sabotaje contra la Ertzaintza, "no encajan con la posición" que ésta mantiene en la actualidad.

Eusko Alkartasuna (EA) sí condenó el ataque y dice que "se reafirma" en el contenido del documento suscrito con la izquierda abertzale. En un comunicado, EA señaló que seguirá trabajando "como hasta ahora" por el cumplimiento y el respeto de todos los derechos humanos. El partido nacionalista subrayó que "se reafirma en lo suscrito" en el "Acuerdo estratégico entre fuerzas políticas independentistas" que aboga por "el uso de las vías pacíficas y democráticas para la resolución del conflicto y el compromiso con renunciar al uso de la violencia o la amenaza".

En este sentido, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo que no ve una posible ilegalización de EA por su acuerdo con Batasuna, aunque advirtió a esta formación de que el Estado conoce "sus trucos jurídicos" y hará "todo lo posible" para que no concurra a unas elecciones. "EA es un partido con una historia democrática impecable, no veo yo a nadie ilegalizando a EA", afirmó Rubalcaba.

Mientras, el consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares, en el lugar del sabotaje, advirtió a a la izquierda abertzale de que la apuesta por la política implica un pronunciamiento "claro y contundente de la denuncia de actos terroristas".