La Guardia Civil detuvo ayer, por orden de la juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de San Javier, al ex alcalde del PP de San Javier, José Hernández, y a tres personas más, entre ellas el empresario Santiago Martínez Esparza, en una operación de corrupción, según fuentes próximas al caso. Hernández, quien fue elegido alcalde en 1999 y gobernó durante las dos legislaturas posteriores, es decir, durante ocho años, fue detenido en el marco de un procedimiento abierto por delitos contra la Hacienda Pública, cohecho, tráfico de influencias y malversación, entre otros.

Igualmente, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia, en la mañana de ayer se practicaron siete registros en domicilios particulares y profesionales de los detenidos en Murcia, Cartagena y San Javier.

El procedimiento se inició en 2008, tras una querella de la Fiscalía. En el marco de este procedimiento se produjeron, también, seis detenciones en diciembre de ese año, entre ellas el arquitecto municipal de San Javier, Miguel Botella; y su homólogo de Fuente Álamo, José Mariano Sánchez, debido a posibles delitos fiscales y negociaciones prohibidas a los funcionarios.

Al parecer, la detención del ex alcalde también está relacionada con otra investigación del fiscal delegado de Delitos Urbanísticos y Medio Ambientales de la Fiscalía del TSJ de Murcia, Juan Pablo Lozano.

Trato de favor a Urdemasa

En diciembre de 2006, el fiscal tomó declaración a Hernández como imputado por una presunta irregularidad en la cesión de un solar para la construcción del futuro Hospital Comarcal del Mar Menor. En concreto, el fiscal investigaba si el alcalde, por aquel entonces, dispensó trato de favor al propietario de Urdemasa, Santiago Martínez Esparza cuando firmaron el convenio de cesión de terrenos para la construcción de un nuevo Hospital Comarcal, tal y como denunció el GI de San Javier en su día.

Con motivo de esa investigación el PSOE de San Javier reprochó a Hernández su vinculación con esta empresa adjudicataria, y criticó que él mismo "reconoció" esta relación. Así, recordaban que Urdemasa había sido "adjudicataria única de obras tan importantes como el Ayuntamiento, la Biblioteca o el Aparcamiento entre otras".