El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que cambiará al ministro de Trabajo a mediados de octubre, pero no prevé un "relevo inmediato" de Trinidad Jiménez en Sanidad, aunque esta ganase las primarias de Madrid mañana.

El jefe del Ejecutivo apuntó, en una entrevista en RNE, que está "perfilando" el nombre del nuevo ministro de Trabajo entre varias posibilidades -aseguró que maneja "tres o cuatro" nombres- y admitió que el objetivo de la "paridad" lo tiene "siempre muy presente".

Asimismo, indicó que "es muy difícil que un ministro no tenga un perfil político" y mostró su esperanza de que también tenga una "ambición renovadora", porque, precisó, hay que "introducir cambios profundos en nuestro sistema estatal de empleo" y en la "prestación de políticas activas de empleo".

"Deseo que podamos mejorar mucho los servicios públicos de empleo", exclamó, pero al ser preguntado si el nuevo ministro conoce ya estos servicios públicos desde dentro, respondió: "No sigamos...."

En cuanto a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, el jefe del Ejecutivo dijo que hay que distinguir los planos. Argumentó, en este sentido, que el ministro de Trabajo "se va a las catalanas" y por tanto, hará "el relevo que corresponda". Sin embargo, explicó que si Trinidad Jiménez recibe el respaldo de sus compañeros para ser candidata a la Comunidad de Madrid, aún quedará "mucho tiempo" para la celebración de las elecciones autonómicas.

Por tanto, dijo, "no tengo previsto hacer un relevo en la hipótesis de que el domingo obtenga el respaldo" para ser candidata. "El único (cambio) con carácter inmediato es el de Trabajo", recalcó.