Varios miles de personas asistieron ayer en Gandesa y La Fatarella (Tarragona) a un acto de dignificación y homenaje a los soldados que murieron en la Batalla del Ebro, la más larga y la más cruenta de la Guerra Civil española.

Un total de 29 placas con los nombres y apellidos de 1.145 soldados fallecidos, de los más de 20.000 que se calcula cayeron en la Batalla del Ebro, fueron inauguradas en el remodelado Memorial de les Camposines, en el término de La Fatarella, que fue visitado por multitud de familiares.

Este acto forma parte de las jornadas "Días de guerra, diálogos de paz. Fosas comunes: Un pasado no olvidado", organizadas por el Consorcio Memorial de los Espacios de la Batalla del Ebro (COMEBE) y el Memorial Democrático, que se iniciaron el viernes. Las previsiones de los organizadores del acto se desbordaron por la gran afluencia de descendientes y amigos de los soldados fallecidos y el acto de homenaje a las víctimas tuvo incluso que ser repetido dos veces.