El Gobierno subrayó ayer que Batasuna no se presentará a las elecciones municipales si no hay una renuncia absoluta e inequívoca de la formación abertzale a ETA, y dejó claro que la política antiterrorista del Ejecutivo no se ha movido un ápice.

Ante las sucesivas manifestaciones e informaciones de los últimos días que apuntan la posibilidad de que Batasuna intente concurrir a los comicios de mayo con un nuevo partido, varios miembros del Gobierno se han apresurado a aclarar que no lo podrá hacer hasta que no demuestre inequívocamente que ha dejado de ser un apéndice de ETA.

Mientras el Gobierno se afana en despejar cualquier duda al respecto, el diario Gara se hizo eco ayer de unas declaraciones de un representante de la izquierda abertzale en las que se asegura que "se está trabajando para ser legales, para presentar unos nuevos estatutos en Madrid, un nuevo nombre y para estar en las instituciones".

La nueva marca electoral que la izquierda abertzale pretende presentar con motivo de las próximas elecciones municipales de 2011 se comprometería de manera pública con las vías exclusivamente pacíficas y con el rechazo a la violencia para obtener fines políticos, según anuncia el citado diario. Este portavoz no concretó fechas, pero el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue tajante ayer al afirmar que Batasuna sólo tiene dos opciones para recuperar la legalidad: "o convence a ETA de que abandone definitivamente la violencia o Batasuna deja definitivamente a ETA".

Llamadas a la prudencia

Rubalcaba, en una entrevista en la Cadena SER, hizo una llamada a la "prudencia" en relación al debate sobre el futuro de Batasuna porque, a su juicio, "en el fondo nada ha cambiado". En ese sentido, advirtió a la izquierda abertzale y a ETA de que "la palabra tregua ya no vale porque quedó enterrada en la T-4" y asegura que la banda terrorista tendrá que haberlo dejado del todo.

El "número dos" del Gobierno aseguró que no cree que esté en peligro el acuerdo con el PP en materia antiterrorista y, según dijo, no ha impuesto un toque de silencio entre sus compañeros de Gobierno sobre este debate, porque en su opinión "todos saben que hay que ser prudentes".

De hecho, ayer fueron varios los ministros que se refirieron al tema. El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, señaló que Batasuna sólo está llegando al primero de los "varios rellanos" de la "escalera" que tiene que subir para poder participar en un proceso democrático.

No obstante, desde el Gobierno se suceden las llamadas a la prudencia, pero también desde el propio Ejecutivo vasco, porque como dijo el consejero de Interior de Euskadi, Rodolfo Ares, no se debe "generar un clima que luego lleve a la frustración".

En cualquier caso, tal y como recordaron Rubalcaba; el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, y el lehendakari, Patxi López, serán los tribunales, y no los partidos ni los gobiernos, los que tendrán la última decisión sobre la posibilidad de que Batasuna concurra a las urnas.

La opinión de Garzón

Una prudencia que también reclamó el PNV, que ha instado a no caer en la especulación ni en el nerviosismo después del revuelo que se ha originado esta semana ante la posibilidad de que ETA difunda un comunicado para anunciar que abandona las armas.

También el juez Baltasar Garzón se ha pronunciado sobre todo este asunto y señaló que, por el momento, no se han producido "hechos contundentes" por parte de Batasuna para desvincularse de la acción terrorista de ETA, cuyo final, "no parece probable" que esté muy próximo.