La próxima cita electoral es el momento en que los barones, "virreyes" o "lideresas", o llamados a serlo, demuestren su poderío en sus territorios. Ya se sabe que recaudar y ofrecer un buen saco de votos a los jefes de Madrid, bien sea en la calle Ferraz o Génova, sedes del PSOE y del PP, respectivamente, es una garantía para lograr compensaciones en los próximos años. Incluso suponen una inmunidad para poder repetir de candidato en caso de que a lo largo de la legislatura puedan ser imputados de algún delito más o menos grave, como es el caso de Francisco Camps (caso de los trajes), en la Comunitat Valenciana, o del candidato del PSOE por Melilla, Dionisio Muñoz (compra de votos).

A dos meses y medio de la cita electoral, los candidatos de las principales formaciones ya están designados, lo que de hecho supone el inicio de la campaña. El comité electoral del PSOE aprobaba ayer las candidaturas, antes de lo que suele ser habitual. Según el secretario de política municipal del PSOE, Antonio Hernando, el motivo de adelantar el trámite es "que los candidatos se puedan poner a trabajar". Y el PP, en con la convención celebrada ayer en Palma ha puesto su maquinaria electoral en marcha.

Aparte de la interpretación que de los resultados de estas elecciones quiera hacerse la noche del 22-M, bien sea en clave nacional, extrapolando los votos a unas generales, o culpando al efecto de la crisis económica y al Gobierno de Zapatero, los comicios aportan importantes novedades.

Habrá más mujeres presidentas. Tras el 22-M, la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP a la reelección, Esperanza Aguirre, no podrá decir que es la única presidenta de un gobierno autonómico -aunque su currículum de haber sido la primera presidenta del Senado y la primera presidenta de una comunidad autónoma no se lo quita nadie-, ya que el número de mujeres presidentas puede aumentar considerablemente. Aragón tendrá, casi con toda seguridad, una presidenta, ya que tanto el PSOE como el PP presentan candidatas. Eva Almunia, exsecretaria de Estado de Educación y exconsejera de presidencia de la Diputación General de Aragón, es la designada para sustituir al actual presidente, Marcelino Iglesias, secretario de organización del PSOE. En frente estará la veterana política Luisa Fernanda Rudi, expresidenta del Congreso de los Diputados, exalcaldesa de Zaragoza y ahora diputada en Cortes.

Además cuentan con posibilidades de tener presidenta las comunidades de Asturias, donde el PP presenta como candidata a Isabel Pérez-Espinosa; en Castilla-La Mancha, con la secretaria general del PP, senadora y procuradora en las Cortes regionales, María Dolores de Cospedal como candidata. Tiene también posibilidades Navarra, donde Yolanda Barcina (UPN), Alcaldesa de Pamplona, sustituye al actual presidente de la Comunidad Foral, Miguel Sanz, y menos en Murcia, comunidad en la que la candidata socialista Begoña García Retegi tiene ante sí el reto de enfrentarse al decano de los presidentes autonómicos, Ramón Luis Valcarcel, con 15 años como presidente.

Las grandes batallas. Se librarán sin lugar a dudas en los territorios que hoy gobierna el PSOE. Especialmente reñida parece que estará la contienda electoral en territorio castellanomanchego, donde uno de los barones más fuertes del socialismo, José María Barreda, tendrá como contrincante a la "número dos" del PP, María Dolores de Cospedal. Aquí el PP no está escatimando esfuerzos y apoyos para desbancar a los socialistas que gobiernan desde hace tres décadas.

Las mismas que lleva gobernando en Extremadura, donde otro de los barones destacados, Guillermo Fernández Vara, tendrá como oponente al presidente del PP extremeño, Antonio Monago.

Asturias, con la crisis del PP y la irrupción como candidato del veterano político Francisco Álvarez-Cascos, que tras abandonar el PP se presenta por el Foro Asturias (FAC), se presenta como la gran incógnita. En Aragón habrá una dura pelea entre dos políticas con experiencia, la popular Luisa Fernanda Rudi y la socialista Eva Almunia. Y habrá que esperar a ver que pasa en Baleares, con varios casos de corrupción pendientes de los gobiernos anteriores del PP y del partido bisagra UM.

La oposición desgasta. El poder dicen que desgasta, pero no es este el caso de los presidentes regionales. Todos los que actualmente ostentan el cargo repiten como candidatos excepto tres, los ya citados de Aragón (PSOE) y Navarra (UPN) y el de Asturias, Vicente Álvarez Areces. Sin embargo, prácticamente todos candidatos de los partidos que están en la oposición son caras nuevas.

Gómez y Alarte, vidas paralelas. La trayectoria de los candidatos socialistas por Madrid, Tomás Gómez, y en la Comunitat Valenciana, Jorge Alarte, tienen bastantes similitudes. Ambos fueron alcaldes (de Parla y Alaquàs, respectivamente), acostumbrados a sacar mayorías absolutas. Los dos son secretarios generales de sus federaciones (PSM y PSPV) y han pasado por un proceso de primarias. Si bien el madrileño, al enfrentarse a la candidata de la Ejecutiva Federal y del presidente del Gobierno, la ministra Trinidad Jiménez, hizo que su victoria fuera más sonada y su imagen salió reforzada, lo que no ha ocurrido con el valenciano. Ambos tienen la difícil papeleta de tener un resultado digno en las dos comunidades más simbólicas del PP.

También ha pasado por primarias la candidata socialista por Murcia, Begoña García Retegui.