Marco Antonio Tejeiro, más conocido como Marco, fue «el hombre para todo» del grupo Nóos liderado por su cuñado Diego Torres y por Iñaki Urdangarín. Este encausado hacía las funciones de administrativo en la contabilidad y actuaba de enlace entre los principales gestores del entramado societario. Tejeiro, tras ciertas vacilaciones y en una declaración donde matizó algunas de sus afirmaciones sobre la presunta trama hechas ante la Policía, acabó el sábado reconociendo ante el juez Castro que «con la (tarjeta) visa de Aizoon se pagaron viajes privados a Brasil de Iñaki Urdangarín, la infanta Cristina y familiares del primero».

El exsecretario de Nóos ratificó una de las hipótesis de los investigadores del caso Palma Arena: Ni la Generalitat ni el Ayuntamiento de Valencia, ni el Govern balear fiscalizaron o controlaron el destino de los más de 6 millones de euros públicos pagados al «grupo» liderado por Urdangarin. «Ninguna Administración pública nos pidió que justificáramos los fondos recibidos, salvo en el tema de los Juegos Europeos (una iniciativa de la Generalitat valenciana); nosotros tampoco les proporcionamos esos justificantes», zanjó.

La Policía y la Agencia Tributaria están revisando con lupa todas las operaciones efectuadas por el ramillete de sociedades, fundaciones, asociaciones e institutos vinculados al yerno del Rey y a su exsocio Diego Torres. Iñaki Urdangarín y su esposa la infanta Cristina eran propietarios, al 50 %, de la consultoría e inmobiliaria Aizoon, sospechosa de haber sido empleada en el desvío de fondos públicos y otros supuestos delitos.

El exempleado de Aizoon reconoció anteayer que los duques de Palma pudieron haber cargado en las cuentas de la empresa gastos personales y no de negocios. Tejeiro fue interrogado, en concreto, sobre un viaje de Barcelona a Río de Janeiro, con escala en París, y regreso. En esa expedición participaron los duques de Palma y otros miembros de la familia Urdangarín. «Es cierto, ese viaje lo pagaron con la visa», aseveró el imputado.

Cambio de estrategia

También fue interrogado por una llamativa factura de un hotel en Austria y por pagos de almuerzos y otros pequeños gastos de los escoltas del yerno del Rey en EE UU, abonados también por Aizoon. El antiguo empleado del duque de Palma aseguró no saber si el hotel y los tiques de los policías eran gastos personales o de la consultoría.

Marco Tejeiro anteayer cambió de estrategia defensiva en relación a su interrogatorio ante el Grupo de Delitos Económicos de la Policía de Palma, efectuado en la tarde del pasado 9 de noviembre en Barcelona. Ese día reconoció que algunas de las numerosas facturas cruzadas entre empresas y fundaciones del grupo Nóos podrían haber servido para minorar el pago de impuestos. El sábado ante el juez no estuvo tan colaborador: «Nadie dice que las facturas entre las distintas empresas (del conglomerado Nóos) obedezcan a servicios que no se hayan prestado entre ellas».

Al igual que su hermano Miguel, antiguo contable y asesor tributario de las empresas de su cuñado Diego Torres y del duque de Palma, Marco Tejeiro limitó ante el juez Castro su función a la de simple mandado. «Recibía las facturas de Diego Torres y las daba por validadas; no tenía por qué cuestionarlas: Me limitaba a recibirlas, fotocopiarlas, ponerles el sello de archivo y archivarlas».

Al administrativo le perdió, empero, su afición a tomar notas sobre las reuniones con sus superiores y no destruirlas después. En el sumario hay varios manuscritos suyos con los pasos e instrucciones para pagar menos impuestos por diversos sistemas. «El que esas instrucciones, dadas por Diego Torres, fueran para incrementar gastos y reducir beneficios es una interpretación del señor Fiscal y no mía», respondió en uno de los tiras y afloja con Pedro Horrach y Juan Carrau.

El juez José Castro le solicitó que explicara el sentido de aquellas notas intervenidas por la Policía: «Yo no interpretaba nada y en cada momento el señor Torres me decía lo que tenía que facturar, me señalaba el concepto y el importe; yo ignoraba si esas facturas correspondían a servicios reales o no».

La Generalitat Valenciana pagó 4 millones de euros por tres foros

Algunos de los antiguos empleados del conglomerado societario Nóos revelaron a la Policía y la fiscalía anticorrupción que buena parte del tiempo estaban mano sobre mano. Marco Tejeiro, extrabajador de Iñaki Urdangarín, rechazó el sábado esa versión. Una testigo señaló que «los foros de Valencia y Palma los preparamos con tan solo un mes de antelación, el resto del tiempo estábamos ociosos». Tejeiro desmintió esa afirmación. El Gobierno balear pagó a Nóos 2,3 millones por dos eventos en Mallorca y la Generalitat Valenciana dio al instituto otros 4 millones por tres foros.

Marco Tejeiro, en su papel de simple empleado sin poder alguno de gestión, apuntó siempre a su cuñado Diego Torres como el responsable de algunos pagos y operaciones muy sospechosas. Por ejemplo, el encausado fue interrogado acerca de cómo una sociedad con unos gastos mensuales de tan solo 200 euros pudiera facturar por más de 420.000 euros. «Eso habrá que preguntárselo a Diego Torres, que quién autorizaba los pagos».

El duque de Palma decide reforzar su defensa con un nuevo abogado

El duque de Palma quiere reforzar su defensa con uno de los mejores abogados del país. Seguirá con Mario Pascual, el letrado de Barcelona que asumió al mismo tiempo la defensa y la portavocía del duque, pero ha buscado a otro experto para que trabaje desde la sombra. Se trata de Horacio Oliva, uno de los abogados penalistas más importantes del país, que ha estado en varios de los temas más complejos que se han juzgado en España.

Mario Pascual es un hombre cuando menos peculiar. Aunque nunca suele contestar a lo que se le pregunta, es cierto que se muestra ante los periodistas como un abogado amable y educado. Pero se le nota que no está cómodo en su papel de portavoz, que le obliga a justificar actuaciones que muchas veces son difíciles de defender. Pascual es un abogado con experiencia, pero en el mundillo judicial de Barcelona no se le considera un primer espada del derecho penal. De hecho, son muchos los juristas que han puesto en duda si está capacitado para asumir en solitario la defensa del duque de Palma, quien finalmente ha decidido reforzar su estrategia con la intervención de Horacio Oliva. Los abogados que estuvieron presentes en la declaración del pasado sábado daban por seguro la intervención del catedrático.

Relación distante

La nula relación que existe entre Diego Torres e Iñaki Urdangarín no es ningún secreto. El duque considera que su exsocio le engañó e incluso que le estafó dinero. Hace años que no se hablan y si tienen que comunicarse alguna cuestión relacionada con las empresas lo hacen a través de algún intermediario.

Esta mala relación se pudo apreciar el pasado sábado en los interrogatorios. Mario Pascual se mantuvo alejado del resto de abogados y su intervención fue mínima, por no decir casi nula. Y eso que dos de los antiguos colaboradores de su cliente implicaban al duque en una trama para evitar el pago de impuestos a través de una complicada estructura de ingeniería financiera. Extrañó entre algunos letrados que el abogado de Iñaki Urdangarín no intentara desmontar la versión de los hermanos Tejeiro, sobre todo la de Miguel, quien implicó directamente al duque de Palma en este sospechoso entramado de empresas.

Quién parece tenerlo muy claro es la abogada que representa al sindicado Manos Limpias, que ejerce la acusación particular. Ataca directamente a la infanta Cristina y busca cualquier circunstancia para implicarla en el escándalo. La abogada no preguntó por los detalles contables de la trama, solo le interesaba saber si la infanta tomó alguna decisión. Sin embargo, ni los hermanos Tejeiro, ni el abogado Trinchet, implicaron a la duquesa de Palma.