El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha informado hoy de que el Gobierno sopesa cerrar la embajada de España en Damasco "como signo de protesta" si el régimen de Bachar al Asad no cesa la represión violenta contra la población.

"Si continúa esta escalada, que es intolerable, consideraremos la posibilidad de cerrar la embajada como signo de protesta", ha declarado el jefe de la diplomacia española a su llegada a una reunión de ministros europeos de Exteriores en Bruselas, en la que los 27 examinan reforzar las sanciones contra Siria y encontrar fórmulas para hacer llegar la ayuda humanitaria a la población.

El Gobierno, además, trabaja para tratar de "sacar de la ciudad" de Homs, epicentro de las protestas, a un periodista español que se encuentra en la zona, para lo que mantiene contacto con la Media Luna Roja y otros actores como la embajada de Rusia, ha explicado el ministro García-Margallo.

El titular de Exteriores ha informado a la prensa de que el Ministerio tiene constancia de que en el país hay 640 españoles hispanosirios y otras 15 de nacionalidad únicamente española, entre personal de la embajada y del Instituto Cervantes.

"Intentaremos hacer todo lo que podamos para que acabe una situación que es intolerable desde todo punto de vista", ha apuntado García-Margallo, quien ha recordado que la Unión Europea examina el modo de hacer llegar la ayuda humanitaria a las víctimas de la represión violenta.

De manera general, la Unión Europea está apoyando "todas las decisiones" de la Liga Árabe y ha respaldado la declaración en la Asamblea General de Naciones Unidas, al tiempo que "lamenta" el bloqueo de la resolución en el seno del Consejo de Seguridad, ha repasado el ministro español.

Por otra parte, preguntado por la posición de España respecto a la posibilidad de reconocer a la oposición siria como interlocutor, García-Margallo ha apostado por esperar a que los opositores al régimen de Assad muestren una posición consensuada. "Esperaremos a que la oposición tenga una postura unitaria", ha dicho el ministro, "más fuerte" de la que ha tenido hasta ahora.

El Gobierno español llamó a consultas el pasado 7 de febrero al embajador en Damasco, Julio Albi, quien no se ha vuelto a incorporar a su puesto.

Hasta las declaraciones de hoy del ministro, el Ministerio de Exteriores defendía mantener la legación abierta para poder obtener información de primera mano de la situación en Siria y como garantía de protección a los opositores, en particular de aquellos españoles que pudieran ser detenidos por participar en las protestas.