El alcalde de Marinaleda (Sevilla) y diputado de IU, Juan Manuel Sánchez Gordillo, ha dicho hoy que si la Guardia Civil les desaloja de la finca militar que ocupan se opondrán con "resistencia activa pero pacífica" y volverán "pasado mañana".

Sánchez Gordillo ha pasado el día de hoy entre el centenar de jornaleros que desde hace 17 días ocupan la finca "Las Turquillas" de Osuna (Sevilla), aunque su principal actividad ha sido responder a las numerosas entrevistas que le hacían por teléfono móvil, desde medios españoles a franceses e incluso venezolanos debido a su participación en el asalto a dos supermercados.

Ante un eventual desalojo por parte de la Guardia Civil, Sánchez Gordillo ha asegurado a Efe: "No hemos ocupado esta finca simbólicamente, sino para quedarnos con ella", por lo explica que si son desalojados, volverán "pasado mañana".

La ocupación de "Las Turquillas" tiene por objeto demostrar que "la crisis tiene efectos en los seis millones de parados, 12 millones de pobres, 1.700.000 familias con todos sus miembros en paro y un 30 por ciento de las familias andaluzas por debajo del umbral de la pobreza", ha manifestado Sánchez Gordillo.

Por su parte, el portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego Cañamero, ha explicado a Efe que "Las Turquillas" es "una finca pública mal cultivada, como las grandes fincas de los terratenientes", cuya única finalidad es "recibir subvenciones europeas".

"Es una barbaridad que en una comarca con el 40 por ciento de paro se utilice solamente con fines especulativos", ha explicado Cañamero, por lo que su sindicato pretende que "se entregue a las cooperativas y se puedan hacer cultivos sociales que se transformen en riqueza y mano de obra para la comarca".

Según Cañamero, la finca dispone de lagunas que son lugar de paso de los flamencos migratorios y tiene "unas buenas instalaciones que se podrían usar como turismo rural y granja escuela en una zona deprimida de Andalucía como es la Sierra Sur de Sevilla".

La finca está ocupada desde hace 17 días por un centenar de jornaleros que han instalado sus tiendas de campaña a la vera del camino de acceso y que se reparten el trabajo de cocina, limpieza, recogida de basuras e incluso la organización de las duchas.

Bajo un calor sofocante de 40 grados, los jornaleros pasan el día charlando en círculos, sentados en sillas de cámping bajo unos rudimentarios toldos donde no faltan fotos del "cura obrero" Diamantino García y nombres revolucionarios como la "calle del comandante" Che Guevara.