Andalucía, País Vasco, Asturias, Cataluña y Canarias han dicho que mantendrán la asistencia sanitaria a los inmigrantes sin papeles, en tanto que las autonomías gobernadas por el PP han afirmado que aplicarán la ley, si bien algunas se muestran cautas y estudian cómo atenderlos a través de convenios.

Las CCAA sí seguirán atendiendo las urgencias por enfermedad o accidente, atención al embarazo, parto y postparto, y asistencia a menores de 18 años, tal y como fija el Ministerio de Sanidad.

Este departamento quiere que los extranjeros que se encuentren en España y no coticen a la Seguridad Social, que no sean ni asegurados ni beneficiarios, paguen una cuota mensual si quieren tener cobertura completa en el Sistema Nacional de Salud (SNS).

La medida está diseñada para españoles "rentistas" que nunca han trabajado, para europeos que quieran ser atendidos por el sistema sanitario español y para otros extranjeros que durante su estancia en España quieran esa cobertura total por el sistema público, por lo que afectará también a los inmigrantes irregulares.

Las comunidades gobernadas por el PSOE -País Vasco, Andalucía y Asturias- se han opuesto a esta medida.

El Gobierno vasco ha anunciado que en Euskadi se mantendrá la asistencia sanitaria a todos los colectivos, incluidos los inmigrantes en situación irregular.

El lehendakari, Patxi López, apuesta por una política de servicios públicos que garantice el acceso de toda la población "a un derecho tan básico como es el de recibir atención sanitaria", y defiende su autogobierno para decidir sobre esta materia.

En el mismo sentido se ha expresado la consejera andaluza de Salud, María José Montero, quien ha reiterado que el sistema sanitario público seguirá atendiendo a inmigrantes indocumentados a partir de septiembre y que la Junta recurrirá ante el Tribunal Constitucional la norma del Gobierno.

El Principado de Asturias ha garantizado que ningún inmigrante se quedará sin cobertura sanitaria y prevé un conflicto competencial si se mantienen los planes del Ejecutivo, aunque no ha aclarado cómo se hará esa asistencia.

Cataluña, gobernada por CiU, mantendrá también el acceso de los inmigrantes irregulares a toda la atención primaria, además de la asistencia básica que garantiza Sanidad, y está estudiando cómo articulará el acceso a la especializada.

El presidente canario, Paulino Rivero (CC), ha manifestado a Efe que su Ejecutivo está a la espera de que el Gobierno precise cómo se va a aplicar ese decreto, pero se ha mostrado contrario a aquellas medidas que supongan "una fractura social".

En cuanto a las comunidades gobernadas por el PP muchas de ellas ya han señalado que aplicarán lo que dicte el ministerio y otras han sido más cautelosas.

Posibilidad de convenios

La Consellería valenciana de Sanidad ha asegurado a Efe que se atenderán todos los casos de inmigrantes irregulares con enfermedades transmisibles y que cumplirá con lo que marque la ley, aunque se está valorando la posibilidad de mantener la asistencia a los sin papeles a través de la realización de convenios.

En el mismo sentido se ha expresado Murcia, que está estudiando cómo mantener la continuidad asistencial a los inmigrantes que lo necesiten "cumpliendo con la normativa fijada" por Sanidad, como por ejemplo con un censo de inmigrantes irregulares con patologías crónicas o que necesiten continuidad asistencial.

La vicepresidenta de las Cortes de Castilla-La Mancha, Cesárea Arnedo, ha afirmado que "no se va a dejar a nadie a las puertas de los hospitales" y que se va a atender a quien lo necesite.

Madrid, La Rioja, Aragón, Cantabria, Baleares y Extremadura, todas del PP, ya han dicho que aplicarán la ley.

El consejero madrileño de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ha apuntado que a partir de septiembre los inmigrantes indocumentados seguirán siendo atendidos en Urgencias, así como los embarazos, la asistencia a menores y los tratamientos de enfermedades crónicas.

No obstante, ha continuado, el cobro de cuotas a los extranjeros que no sean ni asegurados ni beneficiarios es "una vía justa".

El presidente riojano, Pedro Sanz, ha asegurado que al sistema podrán acogerse las personas que coticen y, por tanto, estén en una situación regular, y aquellas en situaciones de emergencia.

Cree también que "el impuesto" que pagan los riojanos no puede cubrir la sanidad de todos los ciudadanos.

Objeción de conciencia

La consejera de Sanidad de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha precisado que los profesionales sanitarios podrán atender a los extranjeros irregulares, pero "fuera del sistema sanitario público", salvo en los casos establecidos, y ha descartado que el personal pueda invocar el derecho de objeción de conciencia.

Baleares también aplicará el decreto que prevé retirar la tarjeta sanitaria a los sin papeles, aunque continuará atendiendo a menores, embarazadas y a cualquier otra persona que se encuentre grave.

El consejero extremeño de Sanidad, Luis Alfonso Hernández Carrón, ha dicho que el cobro de una cuota a los inmigrantes irregulares no supondrá "un gran ahorro", pero que dará "orden" al Servicio Extremeño de Salud (SES) pues la sanidad, para que sea "gratuita y universal", debe ser "costeada" por todos sus beneficiarios.

Aunque el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, se ha declarado en una entrevista no partidario de disminuir la asistencia sanitaria, la Consellería de Sanidad dice que está a la espera de que el Ministerio realice el desarrollo normativo, en lo que coincide con Castilla y León y con Navarra, gobernada por UPN.