La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha concedido el tercer grado penitenciario para el secuestrador de Ortega Lara, el terrorista de ETA Josu Uribetxeberria Bolinaga, una vez estudiada la propuesta a favor elaborada este mismo viernes por la Junta de Tratamiento de la cárcel alavesa de Zaballa atendiendo a la salud del etarra, han informado a Europa Press fuentes penitenciarias. Se trata del último paso antes de otorgarle la libertad condicional sobre la que ya tendrá que decidir la Audiencia Nacional en los próximos días.

El tercer grado penitenciario supone que el preso sólo esté obligado a acudir a la cárcel para dormir por lo que esta medida no va a variar sustancialmente la situación de Uribetxebarria Bolinaga, ingresado en el Hospital San Sebastián por el cáncer que padece desde 2005 y que le ha producido metástasis.

La decisión del Departamento de Prisiones que dirige Ángel Yuste ha adoptado esta decisión después de que el parte médico del centro sanitario pronosticase que el etarra tiene un 90 por ciento de posibilidades de morir en el plazo de un año dada su enfermedad terminal e irreversible.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional no decidirá si recurre la resolución con la que Prisiones ha otorgado hoy el tercer grado penitenciario al preso etarra enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria Bolinaga hasta que no tenga los informes forenses que determinen si éste puede ser tratado en la cárcel.

Así lo han informado a Efe fuentes fiscales, que han explicado que pese a que Instituciones Penitenciarias ha clasificado esta tarde al terrorista en tercer grado, el Ministerio Público no decidirá ahora si presenta recurso contra dicha resolución, ya que está a la espera de conocer el informe forense reclamado por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.

El magistrado, que sustituye al juez Central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, ha pedido un informe forense para determinar si el cáncer que padece Uribetxebarria puede ser tratado "adecuadamente" por los servicios penitenciarios hospitalarios, además de pedir a Prisiones que informen sobre el tratamiento que el condenado está recibiendo en la actualidad.

Las fuentes consultadas han recalcado que el Ministerio Público tiene que "analizar y valorar bien" todos los informes antes de decidir si recurre o no la clasificación en tercer grado penitenciario de este recluso, para lo que dispone de tres días hábiles tras su adopción.

Esta esperanza de vida supera holgadamente los parámetros fijados por Interior en el año 2000 para iniciar un proceso de excarcelación. Desde el año 1996 son 23 los presos de la banda terrorista ETA a los que se les ha concedido el tercer grado penitenciario por motivos de salud.

Una vez aprobado el tercer grado, la situación del interno vuelve a depender de la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa que en esta ocasión deberá elaborar un propuesta sobre la idoneidad de otorgarle la libertad condicional que supondría su definitivo traslado a casa. A diferencia del tercer grado, la decisión sobre la libertad condicional depende en exclusiva del juez central de vigilancia penitenciaria, José Luis Castro, o del juez de guardia que le sustituya.

Al encontrarse Castro de vacaciones, su sustituto es el juez central de Instrucción número 1, Santiago Pedraz, quien de momento ya ha solicitado a la Clínica Forense que remita un informe en el que le detalle si el etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga, que se ha declarado en huelga de hambre desde hace diez días para pedir su excarcelación, puede ser atendido del cáncer que padece sin salir de la cárcel.

Uribetxebarria fue condenado en junio de 1998 a 32 años de cárcel como responsable del secuestro más largo de la historia de la banda criminal y que mantuvo encerrado en un zulo durante 532 días al funcionario de prisiones, José Antonio Ortega Lara.

Condiciones

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que ha concedido hoy el tercer grado al preso etarra enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria Bolinaga, propone que su libertad condicional quede sometida al cumplimiento de unas normas de conducta, como el alejamiento de sus víctimas.

En una nota, Prisiones ha informado de que tras clasificar al preso en tercer grado ha instado a la Junta de Tratamiento de la prisión de Zaballa (Álava) a elevar el próximo lunes su expediente sobre su excarcelación al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, cuyo titular tiene la última palabra sobre la puesta en libertad.

"Esta Secretaría General entiende que, a pesar de la entidad de los delitos cometidos por el penado, resulta indudable que tanto la gravedad de la enfermedad, su previsible evolución, así como las características del tratamiento mitigan extraordinariamente la peligrosidad del recluso y anulan prácticamente el riesgo de reincidencia", señala la nota.

Prisiones exige que el recluso cumpla "unas estrictas reglas de conducta" para su libertad condicional, entre ella, el alejamiento de las víctimas de sus delitos o de los familiares directos de éstas, así como la prohibición de ausentarse, sin previa autorización de la Administración Penitenciaria, de la localidad en la que fije su residencia.

Además, sugiere que se le prohíba participar de forma activa o pasiva en manifestaciones públicas de enaltecimiento o legitimación de la violencia, especialmente de la banda terrorista ETA, y que haga declaraciones que conlleven desprecio o desconsideración de las víctimas del terrorismo.

La decisión de otorgar el tercer grado al etarra será notificada al Ministerio Fiscal, que podría recurrirla, y entonces debería resolver el juez de vigilancia penitenciaria.