El inspector jefe de Policía José María Ballesteros, acusado de colaborar con ETA por alertar a la banda de una operación, ha negado hoy en el juicio que pasara al dueño del bar Faisán Joseba Elosua una llamada en la que supuestamente se informó a éste de la citada operación.

El exinspector de la Brigada de Información de Álava José María Ballesteros en el momento del chivatazo a ETA el 4 de mayo de 2006 y actual inspector jefe de la sección de Extranjería de La Rioja se enfrenta a una petición fiscal de un año y medio de cárcel por revelación de secretos y, alternativamente, a cinco años por colaborar con ETA.

Según el fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista, Ballesteros recibió una llamada del ex jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamiés a las 11.23 horas de ese día y que duró ocho minutos, durante los cuales, argumenta el escrito de acusación, el agente entró en el bar Faisán y pasó el móvil a Joseba Elosúa.

"¿Estaba en el bar Faisán durante esa llamada?", le ha preguntado el fiscal, a lo que Ballesteros ha respondido: "Yo nunca hablo dentro de los bares", tras lo cual el fiscal ha vuelto a interrogar al acusado si en ese momento le estaba "poniendo en la oreja" a Elosúa el teléfono para hablar con Pamiés, quien le daría el soplo de la operación preparada para asentar un golpe policial al aparato de extorsión de ETA.

Una pregunta que también ha rechazado Ballesteros que ha negado que tomara café en el bar Faisán por la hora que era, muy tarde por su costumbre de hacerlo a primera hora. "No soy especialmente cafetero, lo tomo a primera hora de la mañana y usted me está hablando de las once y media", ha dejado claro.

El acusado también ha explicado las llamadas que en la jornada del 4 de mayo y en la víspera recibió de distintos compañeros.

Entre ellas, figuran varias efectuadas por Pamiés en las que, según ha recordado el acusado, éste le dio orden de trasladarse a Irún y estar en esa zona para controlar la presencia policial ante la cita que supuestamente iba a mantener el jefe superior con un confidente en ETA, llamado 'El Romano', que también ha prestado declaración en calidad de testigo.