El Rey ha recibido hoy el alta hospitalaria en el centro sanitario Quirón Madrid, tras completar "de forma muy satisfactoria" el postoperatorio de la intervención quirúrgica en la cadera izquierda y conseguir "autonomía suficiente para los movimientos cotidianos".

"En las próximas semanas, don Juan Carlos continuará con el tratamiento, las revisiones postoperatorias y el programa de recuperación previsto, en régimen ambulatorio", precisa a continuación el séptimo parte médico, leído a mediodía por la directora gerente del Hospital Quirón Madrid, Lucía Alonso.

El Rey ha abandonado el centro sanitario pocos minutos después de la lectura del parte de alta hospitalaria, firmado por el cirujano Miguel Cabanela, responsable de la operación, y el jefe del Servicio Médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia-Ruano. El Rey se encuentra "estupendamente", según ha afirmado él mismo a su salida del Hospital Universitario Quirón. Sentado en el asiento del copiloto de un coche oficial, el Rey ha bajado la ventanilla y ha atendido a los medios de comunicación que se agolpaban en torno a la puerta del garaje del hospital.

"Muy bien, muy bien, ya veis", ha contestado el monarca a la pregunta de cómo se encontraba. "Estupendamente. Bien, gracias", ha dicho a continuación.

Don Juan Carlos llevará a cabo en el Palacio de la Zarzuela las revisiones que los médicos han previsto dentro de su plan de recuperación, han precisado fuentes de la Casa del Rey.

Don Juan Carlos fue intervenido quirúrgicamente el pasado martes 24 de septiembre por Cabanela y el también cirujano Robert Trousdale, que trabaja habitualmente con él en la Clínica Mayo de Minnesota (EEUU), quienes le extrajeron la prótesis de la cadera izquierda que lleva desde hace menos de un año para sustituirla por una provisional y atajar así una infección.

Don Juan Carlos, que puede recibir el alta hospitalaria a partir de mañana, tendrá que volver a pasar por el quirófano en un plazo mínimo de dos meses para que se le pueda implantar una prótesis definitiva, con la que afrontará la fase final de su recuperación y podrá prescindir de las muletas unas seis semanas después, según los cálculos de Cabanela.