El proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) ha recibido hoy duras calificaciones de la oposición durante su último trámite parlamentario en el Congreso, tales como "monstruo deforme" que no gusta a nadie, y ha recordado su intención de derogarla en cuanto se pueda.

El ministro Wert ha realizado una breve intervención al final del debate para agradecer las aportaciones y el trabajo que los grupos han llevado a cabo durante el trámite parlamentario. "Espero que no se malinterprete que haga una cita bíblica, siguiendo las palabras de la Eclesiaestés: hay un tiempo para destruir y un tiempo para construir", ha afirmado. Así, Wert ha manifestado su deseo de que este jueves "haya terminado, en torno a la reforma educativa, el tiempo de destruir y que comience entre todos el de construir".

El proyecto pasará su último trámite en el Congreso solo con el apoyo del PP, pues UPN se abstendrá y el resto de la oposición, incluido Foro Asturias, votará en contra.

La Lomce, que será aprobada hoy definitivamente con la mayoría parlamentaria del PP, lleva "en sus entrañas", según el diputado Joan Baldoví (Compromís), "la maldición de Frankestein, es monstruosa, abominable y no gusta a nadie".

En el último día de debate en la Cámara baja, que sirve para votar los cambios introducidos a la norma en el Senado, la mayoría de la oposición ha insistido en su anuncio de derogar la ley en cuanto haya cambio de partido en el Gobierno y los nacionalistas e Izquierda Plural han avanzado que no la acatarán.

Invade competencias, es españolizadora, reaccionaria, clasista, ataca el modelo de inmersión lingüística de las comunidades con lengua cooficial, minusvalora a la educación pública frente a la concertada-privada, no es laica y defiende la educación diferenciada por sexos son muchas de las críticas a la reforma.

También se ha recordado al ministro José Ignacio Wert que la reforma sale adelante a pesar de haber tenido once vetos en la Cámara alta y ocho en el Senado, y alrededor de 1.600 enmiendas parciales.

El diputado del PSOE Mario Bedera ha calificado de "chapuza tras chapuza" el recorrido de la reforma y ha achacado al ministro "exceso de intransigencia insoportable" y que "disfruta con el enfrentamiento".

"Es una ley que está muerta antes de publicarse en el BOE" y por su contenido, el PSOE acudirá al Tribunal Constitucional, ha recalcado Bedera, que ha pedido la dimisión del ministro.

Caridad García (Izquierda Plural), vestida con una camiseta verde en favor de la enseñanza pública, ha criticado las enmiendas aprobadas en el Senado, especialmente las relativas a reforzar la educación diferenciada.

En este sentido, ha pedido a las diputadas del PP, que están en la Comisión de Igualdad, que, si están en contra de esa separación por sexo pidan a su grupo que la retiren de manera inmediata.

Martí Barberá (CiU) ha comentado que los indicadores que utiliza Educación para justificar la norma se están mejorando en Cataluña, por lo que cree que son las propias Administraciones educativas las que están consiguiendo mejorar la educación; "usted lo está escondiendo y negando", le ha espetado a Wert.

Isabel Sánchez (PNV) ha adelantado que Euskadi no tiene previsto renunciar a "su sistema educativo de éxito" y ha señalado que algunos artículos de la Lomce son inconstitucionales.

Carlos Martínez Gorriarán (UPyD) ha comentado que la Lomce es "la LOE más catecismos, más un trato mucho más favorable con los centros concertados".

Por su parte, la diputada de Amaiur Maite Ariztegui, ha defendido su rechazo a la reforma cantando unos versos compuestos por ella misma -"Estamos construyendo en Euskal Herria nuestra propia educación y no dejaremos que la Lomce entre en nuestras aulas"-, con la melodía de una canción popular vasca, que le ha sido cortada por la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos.

Joan Tardá (ERC) ha recordado que la ley liderada por Pilar del Castillo (PP) no entró en vigor y que nadie se acuerda de dicha ministra, por lo que ha opinado que con la Lomce y Wert pasará lo mismo.

"Usted pasará al imaginario de los catalanes como una persona que quiso fracturar nuestra sociedad", ha enfatizado Tardá, además de recomendar al ministro el ejercicio de escribir mil veces "no evangelizaré a los alumnos, no castigaré al profesorado.