El PP ha anunciado en el Senado que no apoyará las propuestas de varios grupos de la oposición dirigidas a equiparar la regulación de loscigarrillos electrónicos a la del tabaco y que habían registrado en forma de enmiendas al Proyecto de Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.

Lo ha hecho en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales de la Cámara alta, que se ha reunido para votar los cinco vetos a la ley presentados por PSOE, la Entesa (uno del PSC y otro de ICV), IU y ERC, que han sido rechazados, y para debatir las 249 enmiendas que se votarán en el Pleno de la próxima semana, si bien el PP ha avanzado que no aceptará ninguna.

Antes de este debate se ha reunido la ponencia que ha elaborado el informe sobre el proyecto de ley y que posteriormente se ha aprobado en la Comisión y que contiene solo algunas modificaciones de carácter técnico al texto del proyecto de ley que aprobó el Congreso, el pasado 19 de febrero.

Esta ley, entre otras cosas, reconoce el derecho de consumidores y usuarios a oponerse a recibir ofertas comerciales no deseadas, por teléfono, fax u otros medios de comunicación equivalentes y "en ningún caso" las llamadas a los posibles clientes podrán hacerse de lunes a viernes no festivos entre las 21.00 horas y las 9.00 horas.

Como ya ocurrió en la Cámara baja, los parlamentarios de la oposición han reprochado al PP que haya aprovechado esta ley, que traspone una directiva europea, para introducir enmiendas relativas a otras materias como los requisitos para ejercer una profesión sanitaria y el coste de producción de energía eléctrica.

La senadora del PP Carmen Riolobos ha defendido el proyecto de ley como salió del Congreso al estimar que se incorporaron entonces varias de las enmiendas de la oposición y del grupo popular, y ha acusado a los grupos que han presentado vetos al proyecto de ley de hacerlo por la precampaña electoral.

La regulación de los cigarrillos electrónicos ha centrado parte del debate de las enmiendas al considerar los grupos de la oposición, como PSOE, la Entesa y PNV, que su regulación debe equiparse a la del tabaco para prevenir en materia de salud pública.

La senadora del PP Begoña Contreras ha asegurado que la salud importa mucho a su grupo y por eso ha dicho que España ha sido pionera en regular estos dispositivos con una regulación "más protectora dentro de la UE".

Ha recordado que en el Congreso, el PP junto a CiU y PSOE acordaron una enmienda transaccional para prohibir su uso en centros sanitarios, zonas educativas e infantiles, en el transporte público y en el ámbito de las administraciones públicas.

Contreras ha emplazado a ver lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre este asunto, porque hasta ahora lo que se ha probado, ha dicho la senadora, es que el vapor que desprenden estos dispositivos es de agua y que la nicotina la consume el fumador y no su entorno.

El pasado 14 de marzo la UE dio luz verde a una directiva que establece que los fabricantes deberán indicar si se trata de un producto medicinal, en cuyo caso tendrán que justificar sus propiedades a las autoridades médicas y comercializarlos como ayuda para dejar de fumar o alternativa al tabaco.

En este caso, no podrán contener más de 20mg/ml de nicotina.

Si los cigarrillos electrónicos serán sometidos a las mismas restricciones publicitarias que el tabaco normal.

Para trasponer la directiva, ha señalado la senadora, España aún tiene dos años.

Tanto los senadores del PSOE Encarna Llinares y José María Toledo, de la Entesa Mónica Almiñana y del grupo vasco José María Cazalis han defendido que "es mejor prevenir que curar" y que ante la duda, la prevención es la mejor herramienta.

Asimismo, han hecho hincapié en el rechazo de las sociedades científicas y médicas a la regulación de los e-cigarrillos que contempla este proyecto de ley porque consideran al igual que la oposición que debe equiparase a la del tabaco tradicional.