El papa Francisco recibió hoy a los reyes de España con una cordial bienvenida, en la que no faltaron las bromas, y Felipe VI se despidió del pontífice "con la esperanza de verle en España", tras explicarle que el relevo en la Corona ha sido "muy intenso", pero lo ha vivido "tranquilo".

Los Reyes y el Papa han conversado sobre el paro juvenil en España, durante la reunión de 40 minutos que han mantenido en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, en la que es la primera visita oficial de los monarcas al extranjero.

Asimismo, han tratado otras materias como "la importancia de favorecer el diálogo y la colaboración entre la Iglesia y el Estado por el bien de toda la comunidad española", según ha informado el Vaticano en un comunicado. En la misma línea, han tratado la situación que se vive en algunas zonas en conflicto y del reciente viaje del Pontífice a Oriente Próximo.

Antes de entrar en la biblioteca privada del papa para esta reunión, que duró unos 40 minutos, don Felipe se dirigió al papa para preguntarle, sonriente, "¿Los monaguillos delante?", en alusión a la reciente visita al Vaticano de los reyes Juan Carlos y Sofía, cuando el pontífice, con esta expresión, les invitó a pasar antes que él.

"Así es, ¿se lo contó su padre?", contestó, divertido, el papa, antes de ceder el paso a Felipe VI y la reina Letizia.

El Pontífice ha respondido al saludar de nuevo a los monarcas, dirigiéndose a la reina: "Con la esperanza de volver a verla pronto". De este modo, los soberanos habrían renovado la invitación al Pontífice para que visite España en el año 2015, coincidiendo con las celebraciones del Año Jubilar con motivo de los 500 años del nacimiento de Santa Teresa de Jesús.

Previamente, a su llegada a la audiencia, Felipe VI ha confiado a Francisco que está viviendo un momento "intenso, pero tranquilo", durante el saludo de bienvenida, en un ambiente cordial y relajado, en la antesala donde el Papa ha recibido a los reyes a las 12.05 para un encuentro que se ha alargado hasta las 12.40 horas.

Los Reyes han obsequiado al Papa con un facsímil del "Oráculo Manual y Arte de Prudencia", obra en prosa de 1647 del jesuita aragonés Baltasar Gracián en una caja blanca. El rey le ha explicado que sólo había dos copias de este libro y que uno estaba en Luján, Argentina.

Por su parte, el Papa les ha regalado un medallón en terracota que representa el proyecto inicial de la Plaza San Pedro, el mismo que regaló a Don Juan Carlos, así como la Exhortación Apostólica 'Evangelium Gaudium'.

La reina de España ha acudido a la cita con el pontífice con un traje de chaqueta blanco corto muy sencillo, pero sin mantilla, como lo hiciera Doña Sofía el pasado 28 abril, en virtud de lo que se conoce como el 'Privilège du blanc', el 'Privilegio del blanco'. Gracias a este privilegio, sólo las reinas católicas pueden contrariar el protocolo general que establece el Vaticano para ser recibidos por el Papa, y se les concede así el posibilidad de presentarse ante él vestidas de blanco. El requisito es ser reinas y pertenecer a una monarquía de las establecidas como católicas.

Los reyes han aterrizado, acompañados por el jefe de la Casa, Jaime Alfonsín, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y el subsecretario de asuntos exteriores y cooperación, Cristóbal González-Aller en el aeropuerto militar de Ciampino (Roma) a las 11.10 horas y han sido recibidos por el Presidente de la Academia Pontificia Eclesiástica, Justo Mullor y monseñor Fernando Chica, miembro de la Curia Romana.

En el Palacio Apostólico les ha esperado por el Prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Georg Gänswein. Tras la audiencia con el Pontífice, han tenido un encuentro con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, de unos 35 minutos.

Esta misma semana, el pasado lunes 23 de junio el Papa se reunió durante 45 minutos con la cúpula de la Conferencia Episcopal Española (CEE), encabezada por su presidente, Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid, su vicepresidente, Carlos Osoro, arzobispo de Valencia y el secretario general y portavoz, José María Gil Tamayo.