El presidente catalán, Artur Mas, ha afirmado estte martes que las elecciones "plebiscitarias" serán la "consulta definitiva" y las que darán "plenas garantías" a la decisión sobre el futuro de Cataluña de los ciudadanos tras la consulta o proceso participativo que organizará el Govern el 9 de noviembre.

¿Qué son las elecciones plebiscitarias?

El concepto de elecciones plebiscitarias no existe en el ordenamiento jurídico español, pero quienes las defienden buscan proponer que se vota un tema concreto.

El profesor Ignacio Villaverde, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, cree que el valor de estas elecciones es más "político" que "jurídico". "No se trata tanto de una convocatoria para renovar los órganos de gobierno, sino de tratar de lograr un voto de confianza a una determinada línea política. En este caso, el objetivo de Mas sería legitimarse ante los electores en su pulso al Estado".

¿Cual es su objetivo?

Según Villaverde, se convoca por la imposibilidad de organizar una consulta legal con efectos vinculantes. "Se trata de unas elecciones normales que se presentan como si fueran una cuestión de confianza. El proceso electoral se presenta como un intento de obtener el refrendo de los ciudadanos a la actuación de Mas".

De este modo, la idea de la Generalitat catalana es que en estas elecciones los partidos se decanten por el "sí" o el "no" a la independencia. Si ganaran los partidos proindependentistas, el Parlament podría proclamar una declaración unilateral de la independencia.

¿Es posible una declaración unilateral de independencia?

Si triunfase la opción soberanista, ¿qué efectos tendría una hipotética declaración unilateral de independencia? Villaverde ve "improbable" que se consume esa declaración. "Si se llegase a dar no tendría ningún valor jurídico e incluso sus consecuencias legales podrían llegar a ser más graves que el no acatamiento de las resoluciones del Tribunal Constitucional".

Villaverde, no obstante, entiende que sí hay margen para que la Generalitat realice la consulta en los términos a los que Mas parece inclinarse. "Puede preguntar a los ciudadanos si quiere que se continúe con esa línea política. Pero su valor sería político, nunca jurídico. El Tribunal Constitucional no ha prohibido que se pregunte a los ciudadanos el 9-N, pero el valor de esa cita sería como el de una encuesta sociológica".

El catedrático considera que el Gobierno cometería un "grave error" si actuase en contra de esta nueva alternativa planteada por Mas: "los tribunales le podrían dar un revolcón al Ejecutivo". En su opinión, los catalanes no tienen derecho a decidir, "pero sí a ser oídos".

Artur Mas ha asegurado que el 9-N será el anticipo de la consulta definitiva y que convocará elecciones plebiscitarias "que se guarda por el momento". El President de la Generalitat ya anunció que la fecha adecuada para estas elecciones sería 2016, una vez celebradas las elecciones generales. De este modo, según sus previsiones, el PP perdería la mayoría absoluta y sería más fácil negociar.