El Papa Francisco se sometió hoy en el avión que le llevó de regreso al Vaticano desde Estrasburgo (Francia) a las preguntas de la prensa, que le interrogó sobre temas como la pederastia, el terrorismo o su orientación ideológica.

El pontífice fue preguntado por la cuestión suscitada en España por la reciente revelación de presuntos abusos a menores en la diócesis de Granada por parte de un joven que le escribió hace unos meses, y el obispo de Roma no evitó responder.

"La verdad es la verdad y no debemos esconderla", dijo en alusión a eso presuntos abusos a menores conocidos en la ciudad andaluza tras la revelación del joven, supuesta víctima, que escribió al Pontífice.

"La recibí, la leí, llamé a la persona y le dije: mañana ve a ver al obispo", dijo el papa Bergoglio sobre la carta que le envió ese joven español y cuyo contenido fue difundido por algunos medios de comunicación.

"Escribí al obispo para (decirle) que empezara el trabajo, hacer la investigación e ir adelante", recordó el papa Francisco preguntado por el asunto durante el vuelo en el que viajaban unos cuarenta informadores, entre ellos Efe.

El Pontífice argentino declaró que recibió la noticia "con gran dolor, con grandísimo dolor", pero agregó: "la verdad es la verdad y no debemos esconderla".

Esta misma semana se conocieron declaraciones de ese joven presunta víctima de esos abusos y que ha motivado una investigación judicial por la que han sido detenidos tres curas de la Archidiócesis de Granada y un seglar.

El joven aseguró a medios de comunicación que denunció los supuestos abusos sexuales que sufrió siendo menor para evitar que éstos se pudieran estar repitiendo con otras posibles víctimas.

A través de un escrito remitido por su abogado, el denunciante recordó que actuó "libre y voluntariamente" y siguiendo los dictados de su propia conciencia, como bautizado y miembro de la Iglesia Católica.

El Papa se ofreció a responder a los periodistas a bordo del avión de la compañía Alitalia que le devolvía a Roma y, micrófono en mano e introducido por el portavoz vaticano, Federico Lombardi, contestó sonriente y agradeció algún regalo, como un libro con fotografías de uno de los reporteros presentes.

Hasta se le preguntó sobre su orientación ideológica y no tuvo reparo en decir que sugerir que pueda ser un "socialdemócrata" es sencillamente "un reduccionismo" y que su mensaje doctrinal "viene del Evangelio." "Yo no sé clasificarme en uno u otro lado", contestó el papa cuando un periodista le preguntó si se sentía socialdemócrata al aludir a los contenidos abordados en sus discursos de hoy en Estrasburgo.

"Es un mensaje que viene del Evangelio y que toma la doctrina social de la Iglesia", insistió el pontífice, que dijo que no se ha "separado" de aquella.

Reiteró que las referencias utilizadas en sus discursos ante las instituciones europeas proceden "del Evangelio", aunque comentó con un "me ha hecho usted sonreír" la pregunta sobre su definición ideológica.

Por último, al Papa también se le interrogó sobre la "amenaza terrorista" y concedió que existe, aunque también dijo que puede haber un "terrorismo de Estado", y advirtió contra los países que se sientan tentados a caer en él.

Se refirió a la inclinación a "masacrar a los terroristas" pero señaló que "con ellos caen también otros inocentes".

El pontífice había dicho en Estrasburgo que la paz "sufre" por formas de conflicto "como el terrorismo religioso e internacional, embebido de un profundo desprecio por la vida humana y que mata indiscriminadamente a víctimas inocentes".

"Por desgracia, este fenómeno se abastece de un tráfico de armas a menudo impune", había dicho Bergoglio ante el Consejo de Europa solo unos minutos antes.

También sostuvo que "es preciso detener la agresión pero ningún país tiene el derecho de hacerlo por su cuenta".

Bergoglio se mostró partidario de la vía del diálogo y aseguró: "nunca doy este por perdido. Jamás cierro una puerta".

El Papa argentino sostuvo asimismo que, además de la amenaza del terrorismo, "también tiene que combatirse la de la esclavitud", de la que dijo que "es una realidad".

Y no quiso dejar de mencionar el "trabajo esclavo, la trata de personas, el comercio de niños. Es un drama, no cerremos los ojos", pidió.