Los cadáveres de los dos espeleólogos españoles fallecidos en el fondo del barranco de Wandrass, en el Alto Atlas, han llegado al depósito de cadáveres del Hospital Boughafer de Uarzazate, según pudo comprobar Efe.

Los cadáveres llegaron a bordo de sendas ambulancias, escoltadas por varios vehículos de la Gendarmería Real marroquí (policía rural), que es la que ha llevado el peso del rescate en esta zona del Atlas marroquí.

Los cadáveres debían haber sido llevados ayer desde el barranco hasta Uarzazate, pero el mal tiempo en la zona, azotada por una tormenta de lluvia y viento, impidió hacerlo.

Se desconoce qué tipo de trámites van a realizarse en el hospital, ya que fuentes de la Gendarmería dijeron a Efe esta mañana que las gestiones se habían acelerado para permitir la salida lo antes posible de los cadáveres hacia España.

Un avión de la Policía Nacional se encuentra desde el domingo en el Aeropuerto de Uarzazate listo para trasladar los cadáveres de Gustavo Virués y José Antonio Martínez, así como al otro espeleólogo que resultó herido, Juan Bolívar Bueno, que ya ha podido abandonar la clínica en la que se encontraba ingresado.

Los tres españoles habían viajado al sur de Marruecos en un grupo organizado procedente de Sevilla, compuesto por nueve personas.

Se separaron del grupo el 30 de marzo y quedaron en encontrarse esa misma tarde o al día siguiente pero, tras no saber nada de ellos, el jefe de la expedición presentó una denuncia el 1 de abril ante la Gendarmería marroquí y avisó al Consulado.