Fomento confirmó ayer que no existe una mancha de fuel que amenace las costas de Tenerife y La Gomera en la actualidad. Sin embargo, sí detectó una nueva zona con restos de hidrocarburo al oeste del punto de hundimiento del pesquero Oleg Naydenov. Se trata de un vertido que no llega a un kilómetro cuadrado de extensión y que cuenta con un contenido de carburante que ocupa entre el 2% y 5% de su tamaño total.

El flujo de carburante que emerge del fondo marino no cesa. El barco de pesca ruso hundido el 14 de abril con 1.400 toneladas de carburante en su interior, presenta tres fisuras, según datos obtenidos por el robot submarino ROV. La empresa noruega Otech, que opera esta herramienta, señala que el petróleo mana del barco a una velocidad aproximada de 10 litros cada hora. Los técnicos no son capaces de medir la cantidad de petróleo que permanece en los tanques ni lo que ha salido de estos. Hasta el momento solo se han recuperado 400 kilos de la superficie marina desde el inicio del operativo.

Por eso, y hasta que no se culminen las tareas de sellado y extracción del crudo, situado a 2.700 metros de profundidad, aparecen en superficie nuevas zonas con presencia de residuos de crudo en puntos distintos del océano. Anticipar estas áreas resulta imposible, según señalan los técnicos. Su comportamiento es imprevisible debido al carácter variable de las corrientes y los dos remolinos ciclónicos y anticiclónicos que intervienen al sur de la geografía insular. Este fenómeno submarino es el que trasladó el vertido que apareció el miércoles a unos pocos kilómetros de la costa de Veneguera y el que acabó por teñir de negro zonas del litoral de Mogán y La Aldea.