La candidata socialista a la Presidencia de Andalucía, Susana Díaz, ha ofrecido hoy un gran acuerdo contra la corrupción durante su discurso de investidura, en el que ha hecho numerosos "guiños" a Podemos y Ciudadanos, que como el resto de los grupos tienen decidido su voto contrario en esta primera sesión.

La lucha contra la corrupción, que ha planteado "con vocación de servir de modelo al resto de España", ha sido uno de los ejes de su intervención, que se ha prolongado durante casi una hora y media.

La presidenta en funciones ha detallado un programa de gobierno con 135 medidas en materia de transparencia, cambio del modelo productivo y derechos sociales, entre las que se incluyen 24 iniciativas legislativas.

Díaz ha abierto y cerrado su discurso pidiendo al resto de los grupos que "permitan" que Andalucía cuente "de inmediato" con un nuevo gobierno, para lo que se ha comprometido a gobernar "desde el diálogo y el acuerdo", y ha reclamado: "Cumplamos cada uno con nuestra obligación, en el Gobierno o en la oposición".

Sobre la corrupción, ha anunciado más de una decena de medidas, entre las que se incluye que los partidos con dirigentes que se hayan financiado ilegalmente deban hacerse responsables patrimonialmente, como habían reclamado Ciudadanos y Podemos, así como la presentación de una iniciativa autonómica para reformar el Código Penal que amplíe el plazo de prescripción de los delitos.

También ha defendido que se "aparte" a los imputados por delitos de corrupción y que los cargos con sueldo público no reciban de los partidos ninguna remuneración complementaria, entre otras.

Junto a la "limpieza de la democracia", ha propuesto que la Cámara impulse una iniciativa legislativa para que el Congreso adopte cuantas reformas sean necesarias, incluida la Constitucional, para que los alcaldes, presidentes autonómicos y presidente del Gobierno sean elegidos por sufragio universal estableciéndose una segunda vuelta si en la primera no logra la mayoría absoluta.

También se ha comprometido a reducir en un 10 % el número de altos cargos y personal eventual y ha asegurado que elaborará un plan de eficiencia del sector público, lo que ha sido interpretado como un "guiño" a Podemos.

Díaz se ha hecho eco de otra de las exigencias de Podemos, la relativa al problema de los desahucios, y ha asegurado que pondrá en marcha la normativa "más avanzada" de España para paliar este drama y que establecerá alternativas a las ejecuciones judiciales hipotecarias que permitan conservar las viviendas.

En materia de empleo y reforma del modelo productivo, se ha comprometido a impulsar el sistema de apoyo al emprendimiento "más ambicioso de Europa", y en materia fiscal ha prometido reducir entre 2 y 3,5 puntos el tramo autonómico del IRPF para las clases medias y bajas y un plan específico para que aflore la economía sumergida.

En su discurso de investidura, Díaz ha prometido que habrá deducciones en el IRPF por creación de empleo y por aportaciones a proyectos empresariales que contribuyan al nuevo modelo productivo, y que se introducirán incentivos fiscales a la creación de empresas que creen trabajo, a las inversiones en I+D+i y a las actividades que incidan favorablemente en el medio ambiente.

En sanidad, ha propuesto llevar a la Cámara en el primer trimestre del 2016 una ley que la "blinde" frente a "afanes de privatización" y que en sus primeros cien días propondrá al Gobierno un pacto de Estado para aplicar la ley de Dependencia, al tiempo que ha asegurado que elevará un 10 % la inversión destinada a este sistema.

En materia educativa ha anunciado la contratación de entre 400 y 500 profesores de educación infantil, primaria y secundaria, que se incrementarán en 12.000 las plazas de infantil, que se ampliarán hasta 1.500 los centros bilingües y se elaborará un nuevo modelo de financiación para las universidades.

Todas las formaciones, salvo el PSOE, han expresado su escepticismo y desconfianza al término de la intervención de Díaz. El presidente del PP-A, Juanma Moreno, ha tildado de "decepcionante" su discurso, al considerar que se trata de "viejas promesas" de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

"No encontramos ningún aliciente y no nos acerca a facilitar la investidura, en la que previsiblemente votaremos mañana no", ha zanjado.

La secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, ha expresado su contrariedad e insatisfacción con los contenidos de la intervención de Susana Díaz, a la que ha criticado que "no tiene voluntad" de gobernar con la mano tendida al resto de partidos, y ha asegurado: "No hay respuesta a nuestros planteamientos ni garantías para cambiar de posición".

El líder de Ciudadanos, Juan Marín, sí ha valorado los "guiños" a su partido, pero ha reafirmado que la posición de esta fuerza política sigue siendo de rechazo porque el discurso no les ha sacado "de la desconfianza".

Mientras, el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, ha tildado de "flojísima" la intervención de la candidata, y ha concluido que es "evidente" que el acuerdo con la derecha -sea económica o política- está "ya cerrado".

Finalizado el discurso de Díaz, el pleno ha sido suspendido hasta mañana por la mañana, cuando intervendrán los portavoces de los cinco grupos parlamentarios de la décima legislatura: IU, Ciudadanos, Podemos, PP y PSOE, y a última hora está prevista la primera votación, que requiere la mayoría absoluta de la Cámara.

La Cámara convocará un segundo pleno cuarenta y ocho horas después, por lo que las negociaciones siguen abiertas y el PSOE confía en alcanzar un pacto que permita que Díaz sea investida esta misma semana.