La gestora que dirige Javier Fernández cumple hoy un mes al frente del PSOE en el que su principal tarea ha sido gestionar el debate político que ha desembocado en la abstención a la investidura de Mariano Rajoy, sin lograr aplacar la profunda división que arrastra el partido tras la dimisión de Pedro Sánchez.

El mandato del Comité Federal de facilitar el gobierno del PP y el que no se permitiera una abstención mínima a los partidarios del no a Rajoy han acrecentado el malestar del sector afín a Pedro Sánchez.

A su vez, la decisión de éste de renunciar al escaño para intentar volverse a presentar a la carrera por la secretaría general ha causado enfado en el ahora sector oficialista, por lo que la fractura, lejos de sofocarse, se ha avivado desde el convulso Comité Federal del pasado día 1 en el que la gestora tomó el control del PSOE tras la marcha de Sánchez.

Además de cómo la gestora ha dirigido el partido en el último mes, los 'sanchistas' están irritados por el hecho de que aún no haya visos de cuándo se celebrará el próximo congreso en el que se tiene que elegir secretario general y una nueva Ejecutiva.

"La función que tiene la gestora es preparar el congreso. No está para cronificarse", se queja uno de los diputados afines a Sánchez tras recordar que el compromiso de todas las federaciones fue activar la asamblea federal una vez que hubiera gobierno.

Otro dirigente crítico con Ferraz recuerda que la última gestora que hubo en el PSOE, en marzo de 2000, tras la dimisión de Joaquín Almunia, convocó el congreso en julio de ese año, por lo que estuvo operativa menos de cinco meses.

La dirección interina alega que hasta ahora no ha habido tiempo de prestar atención al congreso, puesto que era preciso resolver antes el debate de la investidura y gestionar una decisión como la abstención que "ha sido muy difícil".

"Después de la explosión que representó el Comité Federal de hace un mes, era preciso tomar decisiones sobre el desbloqueo del gobierno y una vez que ha pasado eso, nos centraremos en el congreso. Pero éste no se puede hacer en dos días. Necesitamos calmarnos", reflexiona a EFE uno de los componentes de la ejecutiva provisional.

De los diez integrantes de la gestora, dos son críticos con la postura oficial, el riojano Francisco Ocón y el balear Francesc Antich.

Ambos coinciden en que el partido necesita un congreso "cuanto antes" para que hable la militancia, por lo que defienden que se vuelva a reunir el máximo órgano del partido para poner ya la fecha.

"El Comité Federal ya solo debería tomar el acuerdo de convocar congreso y primarias. Pactemos un itinerario. Tranquilicemos y no rompamos más", recomienda el expresidente de Baleares.

A pesar del cisma en el partido, la mayoría de los vocales valora el trabajo que está haciendo Fernández, si bien creen que aún hace falta más "diálogo interno" para tratar de coser las heridas, señala uno de los miembros.

La pretensión de la gestora es devolver al partido a la senda de la "serenidad" en las próximas semanas para que contribuya a calmar las aguas después de un mes en el que toda la presión ha recaído en el PSOE. "Todo lo que no sea poner el foco sobre nosotros nos va a venir bien", añade el vocal.

Junto a la organización del congreso, otra tarea que tiene pendiente la gestora a corto plazo es la de evaluar la relación con el PSC, después de que sus siete diputados desobedecieran al Comité Federal y votaran no a Rajoy.

El PSC celebra su congreso el próximo fin de semana después de que reelegiera como líder en primarias a Miquel Iceta.

No obstante, las fuentes consultadas de la gestora aseguran que la revisión de la relación con el PSC no se concretará hasta el próximo congreso, aunque antes se debatirá en el Comité Federal.

Entre los retos que va a tener por delante la gestora en las próximas semanas, en coordinación con el grupo parlamentario, está la de determinar qué propuestas van a plantear en el Congreso y cómo se va a entablar el diálogo con otras fuerzas para tratar de sacarlas adelante.

Un asunto espinoso será la postura que adopte cuando el Gobierno lleve los presupuestos actualizados del próximo año y que Javier Fernández ha anticipado que el PSOE ve "muy difícil aprobarlos" porque no está en la mente dar estabilidad a Rajoy.