La Sala de Lo Penal de la Audiencia Nacional ha concluido este jueves que las tarjetas 'black' de las que hicieron uso 65 exaltos cargos y directivos de Caja Madrid y Bankia se desvirtuaron con la llegada de Miguel Blesa a la presidencia de la entidad en 1996 ya que contrarió el fundamento legal al atribuirse a sí mismo y los otros beneficiarios una tarjeta corporativa al margen del salario acordado y cuyo uso no precisaba de justificación de gastos.

El valenciano Juan Emilio Iranzo, exconsejero de Caja Madrid, ha sido condenado a cuatro meses de cárcel e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo y para el ejercicio de la actividad bancaria durante el tiempo de la condena. El tribunal le ha aplicado la atenuante muy cualificada por haber ingresado las cantidades extraídas con las tarjetas en Bankia o en el FROB.

El economista valenciano utilizó la 'tarjeta black' de Caja Madrid durante dos años y en ella cargó casi 47.000 euros en viajes, lencería o copas, entre otras compras.

Iranzó presentó su renuncia como vocal del Consejo Asesor de Sanidad a raíz de su implicación. Fue elegido en 2012 por la entonces ministra de Sanidad, Ana Mato, como uno de los treinta y cinco integrantes de un ente repleto de personalidades de máximo nivel, con Joan Rodés y Julio Sánchez Fierro como presidente y vicepresidente, respectivamente, a la cabeza.