La mayoría de Junts pel Sí en la Mesa del Parlament ha rechazado este martes las peticiones de reconsideración de Ciudadanos, PSC y PP y ha admitido a trámite la propuesta del grupo independentista de reforma exprés del reglamento de la cámara catalana y agilizar así la aprobación de las leyes de desconexión.

Ciudadanos, PSC y PPC habían presentado peticiones de reconsideración a la Mesa contra su decisión de admitir a trámite de forma condicionada la propuesta de Junts pel Sí (JxSí) de reforma del reglamento del Parlament, con la que el grupo del Govern tiene la intención de aprobar las leyes de "desconexión" de forma exprés con el procedimiento de lectura única.

En su reunión de este martes, la Mesa ha rechazado las solicitudes de estos tres grupos y ha dado luz verde -con los votos de JxSí, mientras que Cs, PSC y CSQEP se han opuesto nuevamente- a tramitar la reforma del reglamento del Parlament, mientras que el PPC, que también la rechaza, no cuenta con representación en este órgano.

La CUP, por su parte, que tampoco está representada en la Mesa, no se ha pronunciado todavía sobre esta cuestión, aunque es favorable a reformar el reglamento para "mejorar" el funcionamiento de la cámara.

Sobre el procedimiento para reformar el reglamento, que JxSí considera de forma implícita que debe efectuarse por ponencia conjunta, los grupos de la oposición también se muestran contrarios a utilizar esta vía, puesto que únicamente hay un grupo que ha pedido la reforma de forma explícita.

La Junta de Portavoces decidirá en su siguiente reunión si se crea la ponencia conjunta y, en este supuesto, la fecha para su constitución formal.

Los servicios jurídicos de la cámara han avalado la vía de la ponencia conjunta porque es la que figura especificada en el reglamento del Parlament cuando se propone una reforma del propio reglamento, si bien resulta también admisible la vía de registrar una proposición de ley por parte de algún grupo.

Según los letrados, a diferencia de lo ocurrido con las ponencias de las leyes de "desconexión", la creación de una ponencia conjunta para reformar el reglamento "se establece expresamente" como procedimiento "para proceder a su reforma", al margen del número de grupos que la proponen.

Ante la admisión a trámite de la reforma del reglamento, la oposición ha arreciado sus críticas y amenaza con no participar en los trabajos de la ponencia conjunta, como ya sucediera con las tres que se crearon para elaborar las leyes de "desconexión", que solo contó con la presencia de JxSí y la CUP.

Fuentes parlamentarias del PSC han señalado que "ahora no toca" una reforma del reglamento de la cámara catalana, "y menos con las intenciones de Junts pel Sí", por lo que los socialistas "harán todo lo posible" para que no se constituya la ponencia conjunta.

El PSC advierte de que si se fuerza la creación de esta ponencia conjunta se podrían estar vulnerando los derechos de los diputados, como ocurrió con las ponencias conjuntas de las leyes de "desconexión", lo que podría ser susceptible de recurso de amparo ante el Tribunal Supremo.

Desde las filas de Catalunya Sí Que Es Pot, censuran a los independentistas que "cargarse la democracia en nombre del 'procés' no es legítimo".

En cambio, el vicepresidente primero del Parlament, Lluís Maria Corominas (JxSí), ha esgrimido el informe de los servicios jurídicos del Parlament como prueba de que la propuesta de reforma del reglamento es "perfectamente válida y legal".

Ha incidido, en este sentido, en lo que sostienen los letrados, que afirman textualmente que "las sospechas sobre la utilización futura de un procedimiento legislativo para una finalidad concreta" -como puede ser aprobar las leyes de 'desconexión'-, "no pueden ser un motivo que impida ni condicione en términos estrictamente jurídicos la admisión a trámite de una reforma del reglamento".