El arsenal que ha entregado ETA consta de 120 armas y tres toneladas de explosivos. Las fuerzas de seguridad estimaban que la banda terrorista guardaba cerca de 200 pistolas y entre cuatro o cinco toneladas de explosivos.

Los sucesivos golpes policiales y lo inhóspito de los parajes -fundamentalmente del sur de Francia - en los que la organización terrorista se vio forzada a esconder sus armas para evitar que fueran aprehendidas por las fuerzas de seguridad han provocado que se desconozca la ubicación de todas ellas.

Se trata, en principio, de armas no empleadas en la comisión de asesinatos y secuestros, lo que no contribuiría a aclarar las investigaciones judiciales y policiales en curso sobre los 224 atentados pendientes de resolver. No se descarta, además, que los miembros de ETA hayan hecho desaparecer las armas usadas en acciones terroristas.

En cualquier caso, las armas en manos de los terroristas proceden en su mayoría del robo perpetrado en 2006 en la localidad francesa de Vauvert, cercana a Nimes. Vauvert fue, junto con el asalto de Plévin en 1999, también a mano armada y en el país vecino, los dos grandes botines de ETA en su época más reciente.

Los dos atracos fueron cometidos en sendos períodos de tregua: la primera durante el primer Gobierno de Aznar y la segunda correspondiente a la también primera legislatura de Zapatero. La banda terrorista sustrajo las armas como medida de presión para lograr sus objetivos.

En Vauvert, ETA robó alrededor de 350 armas cortas, 50 subfusiles y 60.000 cartuchos de munición. Casi todos los revólveres y pistolas pertenecían a la marca ´Smith&Wesson´ y muchas de ellas fueron incautadas diez años después, en 2016, en un bosque al norte de Francia.

Los golpes policiales contra ETA en la última década han permitido a las fuerzas de seguridad incautar centenares de armas y toneladas de material para la fabricación de explosivos.

Por ejemplo, son recordados los hallazgos de 1999, cuando al día siguiente del robo de Plévin, gendarmes franceses detuvieron a tres terroristas implicados en el atraco y encontraron una furgoneta con más de toneladas de explosivo; y el de 2002, cuando se halló cerca de Dax un arsenal que las fuerzas de seguridad bautizaron como ´Chernobil´ por su fuerza destructora: casi 300 pistolas, otros tres centenares de granadas, 50 fusiles y miles de detonadores.

A partir de ahí, la banda terrorista optó por dividir su arsenal, agrupándolo en zulos más reducidos. No obstante, los cuerpos de seguridad lograron descubrir más emplazamientos con armas en Francia, como los acontecidos en Cahors (2007), Grenoble (2009) y el más reciente de Louhossoa, ocurrido en diciembre del año pasado.

Sin embargo, destaca también el hallazgo de Óbidos (Portugal) de 2010, que frustró el intento de la banda terrorista de establecer una base duradera en el país vecino. Las incautaciones de arsenales de ETA en España han sido menos frecuentes debido a que la organización ha preferido siempre mantener el grueso de sus armas en Francia.