El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha indicado este jueves que el 90 % de los suicidios de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil no estaban "relacionados con su actividad laboral", sino con cuestiones relacionadas con el ámbito "sentimental, personal y familiar".

Nieto ha ofrecido esta información ante la Comisión de Interior en el Senado, en la que ha comparecido este jueves, en respuesta a una pregunta del senador socialista Luis Manuel García Mañá.

Durante su intervención, García Mañá ha hecho referencia a la "alarma social" que despierta el alto índice de suicidios que existe dentro de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que alcanza "los 300 casos desde el 2000", y que se sitúa por encima de la media nacional.

A su vez, ha indicado que "falta transparencia, faltan datos y sobra silencio" ante un problema que afecta a "los profesionales de seguridad" principalmente porque "tienen un arma de fuego a mano", lo que demuestra que es necesario crear un "sistema de diagnóstico precoz para detener este tipo de situaciones".

En su respuesta, Nieto le ha recriminado que compare las cifras de suicidio en la Guardia Civil y la Policía Nacional con las de "otras profesiones y grupos poblaciones con otras características".

También le ha indicado que ya existen "controles para la prevención interna" y ha negado que exista una relación entre el hecho de ser un agente de esos cuerpos de seguridad y el suicidio.

Para ello ha hecho referencia a un estudio del Ministerio de Interior en el que se pone de relieve que el "90 % de los suicidios se dieron por cuestiones no relacionadas con la actividad laboral" sino con problemas vinculados al "ámbito sentimental, personal o familiar".

Por último, Nieto ha explicado que cada vez que se registra una muerte de este tipo se produce una investigación interna "muy exhaustiva" en cada uno de los cuerpos, además de otra judicial, en las que se analiza "las circunstancias en las que se ha producido, así como el entorno de la víctima".

Y ha incidido en el hecho de que ya se está aplicando un "protocolo de actuación en tres fases", que vigila tanto "los procesos de selección", como a los agentes "con un perfil de riesgo" y sobre todo, a aquellas personas del cuerpo que ya han protagonizado un "intento de suicidio".