Felipe VI ha instado a no silenciar, ignorar o destruir el patrimonio construido sobre la base de la Constitución de 1978 y ha advertido de que "ningún camino que se emprenda" en la democracia puede ni debe conducir a "la ruptura de la convivencia" o a la división de los españoles, antes de advertir de que "fuera de la ley" solo hay "arbitrariedad, imposición, inseguridad y, en último extremo, la negación misma de la libertad".

Ante los diputados y senadores reunidos en una sesión solemne del Congreso para conmemorar el 40 aniversario de las elecciones de 1977, don Felipe ha reivindicado el proyecto constitucional con el que los españoles acordaron caminar juntos hacia una afirmación de la "unidad nacional" que asume la "diversidad territorial" y reconoce "el autogobierno de sus nacionalidades y regiones".

Felipe VI ha subrayado que la diversidad define la propia identidad de España y ha recalcado que "los sentimientos se deben respetar y comprender; nunca ignorar, enfrentar o dividir".

"La Constitución de 1978 proclamó su voluntad de proteger a todos los pueblos de España en el ejercicio de sus culturas y tradiciones, de sus lenguas y de sus instituciones; y reconoció el autogobierno de sus nacionalidades y regiones, que son también patrimonio de todos los españoles", ha argumentado el jefe del Estado.

Los Reyes presiden el acto de conmemoración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas

Los Reyes presiden el acto de conmemoración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas

Los Reyes llega a la conmemoración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas. Vídeo: Agencia ATLAS/EFE

En su intervención, Felipe VI ha destacado la vigencia del modelo de la Transición en el sentido de que "nadie en España debía volver a ser enemigo de nadie" y de que "la exclusión y la imposición, la intolerancia y la discordia debían ser sustituidas por la renuncia al dogmatismo y la defensa de las propias convicciones con pleno respeto al adversario y hacia las opiniones ajenas o diferentes".

Tras dedicar un mensaje de "gratitud, homenaje y admiración" a su padre, el Rey Juan Carlos, y a "toda aquella generación que abrió el camino de nuestra democracia", se ha remontado a los logros de la Constitución de 1812 para alertar contra la España de épocas posteriores, marcada por la falta de respeto a las convicciones ajenas y "la imposición de la propia verdad sobre la de los demás".

"Ningún camino que se emprenda en nuestra democracia puede -ni debe- conducir a la ruptura de la convivencia, al desconocimiento de los derechos democráticos de todos los españoles o a la negación de los valores esenciales de la Europa a la que pertenecemos. Y menos aún, un camino que divida a los españoles o quiebre el espíritu fraternal que nos une", ha dicho en una sesión solemne de las Cortes con motivo del aniversario.

Y acto seguido ha recalcado que "la convivencia tiene su mayor garantía y su mejor protección en las normas que la amparan", de manera que "el respeto a esas normas, en democracia, no es una amenaza o una advertencia para los ciudadanos, sino una defensa de sus derechos".

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El Congreso celebra los 40 años de las primeras elecciones democráticas

"Dentro de la ley es donde cobran vigencia los principios democráticos, donde se deben encauzar los antagonismos y resolver los desacuerdos y las diferencias mediante el diálogo, mediante el debate", ha subrayado el jefe de Estado.

"Como señala una antigua cita, 'la libertad sigue siempre la misma suerte que las leyes: reina y perece con ellas'", ha remachado, en una frase que ha sido interrumpida por aplausos del Hemiciclo.