La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha reivindicado este domingo que "ninguna amenaza" llevará a Catalunya a renunciar a su voluntad de vivir en libertad, y ha ensalzado el papel que tanto los cuerpos y fuerzas de seguridad como los servicios de emergencias y los ciudadanos tuvieron ante los atentados de agosto.

Lo ha dicho en el acto de entrega de la Medalla de Honor del Parlament a los Mossos d'Esquadra, las policías locales de Cambrils y de Barcelona y los Servicios de Emergencias, una distinción que se decidió tras los atentados de este verano en la capital catalana y Cambrils atentados de este verano (Tarragona).

Forcadell ha expresado que el respeto por la libertad que profesa el pueblo catalán se manifiesta en cuestiones como el respeto por la diversidad de creencias, de formas de amar y de vivir, y también a la libertad de pensamiento e ideología: "La libertad es lo que da sentido a una democracia".

Ha dicho que los que buscan extender el miedo y el odio no podrán acabar con la pluralidad, convivencia y actitud pacífica de la ciudadanía catalana y ha asegurado que la consigna que mejor representa a los ciudadanos es la que se acuñó tras los atentados: "No tengo miedo".

La presidenta de la Cámara catalana ha destacado a los servidores públicos que el día del atentado tuvieron que enfrentarse a los terroristas y a las consecuencias que había originado el múltiple atropello: "Supieron responder de forma extraordinaria".

Ha afirmado que su eficacia salvó vidas, palió las consecuencias de un atentado de estas características, y "controlaron con gran rapidez la amenaza que representaban los autores de los atentados".

Ha concluido que, más allá de los servidores públicos, la ciudadanía tuvo una respuesta ejemplar, tanto en el mismo día del atentado como en los días y semanas posteriores, ya que no se ha reaccionado "con odio y miedo como querían los terroristas".