Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado se disputan en el XIX Congreso Nacional del Partido Popular que empieza hoy y finalizará este sábado el liderazgo de esta formación político. Ambos aspiran a suceder a Mariano Rajoy al frente de un partido que tras la marcha de Mariano Rajoy ha visto como se intensificaban las batallas internas para asumir el liderazgo.

El novedoso sistema de doble vuelta que se ha puesto en marcha para elegir al nuevo líder del PP ha dejado muchas incógnitas abiertas y resulta difícil aventurar quién puede ser el ganador final.

Tras la votación de los afiliados inscritos en la primera vuelta del proceso, el 5 de julio, Soraya Sáenz de Santamaría se impuso como la candidata con más apoyos, con 21.513 votos (36,95%), mientras que Pablo Casado obtuvo 19.967 sufragios (34,30%). Por su parte, María Dolores de Cospedal, con 15.090 papeletas (25,90%), así como el resto de calladitos, entre ellos José Manuel García-Margallo, vieron como quedaban apeados de la carrera por asumir el liderazgo del partido.

Ahora, son Santamaría y Casado los dos aspirantes que concurren a este XIX Congreso Nacional como aspirantes a suceder a Rajoy, sin que esté nada claro cuál de los dos terminará imponiéndose. En este sentido, el resultado de la votación de la primera vuelta no resulta significativo a la hora de dilucidar quién cuenta con más opciones, ya que en esta ocasión no serán los afiliados quienes voten. Quienes ejercerán el voto este sábado, en nombre de estos afiliados, serán 3.083 compromisarios, 552 natos y el resto elegidos en la votación de la primera vuelta del pasado 5 de julio.

Descartada por parte de Pablo Casado la candidatura de integración que reiteradamente le ha ofrecido Soraya Sáenz de Santamaría, en estos momentos la gran incógnita a resolver es saber cuál de los dos candidatos ha conseguido aglutinar más apoyos. Una pregunta de difícil respuesta, ya que los equipos de ambos candidatos manejan cifras que son incompatibles entre sí, porque en ambos casos se ven ganadores con más del 60% de los compromisarios.

Más allá de las especulaciones y apuestas, estos son los aspectos fundamentales a tener en cuenta de ambos candidatos a liderar el Partido Popular:

SORAYA SÁENZ DE SANTAMARÍA

La exvicepresidenta del Gobierno (47 años) defiende que el PP es el partido "del bienestar económico y del empleo": "Nos presentamos con el aval de lo que hemos hecho. Creo que podemos estar orgullosos de ello", ha declarado insistentemente durante la campaña.

Soraya Sáenz de Santamaría entró en el Congreso como diputada en 2004. Ejerció como portavoz del PP en el Congreso a partir de 2008, con Rajoy como líder de la oposición. Éste la nombró vicepresidenta tras la victoria de los populares en 2011.

"Sé lo que es estar en el Gobierno pero también lo que es estar en la oposición y si hacemos una buena oposición volveremos a gobernar", ha argumentado durante esta campaña la exvicepresidenta, cuyas propuestas representan una línea continuista respecto a las políticas de Rajoy. En este sentido, Santamaría ha aprovechado la campaña no para presentar sus planes de futuro, sino fundamentalmente para vender su gestión durante la etapa de Mariano Rajoy. "El programa del PP ya está escrito", responden desde su equipo ante quienes critican su falta de propuestas concretas.

Entre sus fortalezas destaca su reconocida capacidad de gestión y su experiencia de Gobierno, mientras que sus principales puntos débiles pasan por no haber tenido cargos orgánicos en el partido durante los últimos años y el rechazo que genera en parte del partido.

Entre las figuras relevantes del partido, la exvicepresidenta cuenta con el apoyo, entre otros, de antiguos ministros durante el Gobierno de Rajoy como Alfonso Alonso, Fátima Báñez, Iñigo de la Serna, Iñigo Méndez de Vigo, Álvaro Nadal o Cristóbal Montoro.

PABLO CASADO

El vicesecretario de Comunicación del PP (37 años) ha reiterado durante esta campaña de primarias que su objetivo es "recuperar la honestidad y la eficacia en la gestión como seña de identidad" y a los votantes tradicionales del PP que en los últimos comicios han optado por Ciudadanos o Vox.

Casado, uno de los rostros más jóvenes del PP, representa una línea mucho más rupturista que Santamaría respecto a la etapa de Rajoy, con una apuesta por las políticas marcadamente liberales.

El vicesecretario de Comunicación se ha posicionado a la derecha de las políticas de Rajoy, con propuestas como la posible ilegalización de los partidos independentistas. "No podemos hacer una política reactiva, hay que prevenir. Se puede hacer con la ley de partidos, como se hizo con el entorno de Batasuna. En este caso no hay violencia, pero sí coacciones, amenazas, niños que sufren en los colegios", ha manifestado Casado.

También aboga por recuperar antiguos pesos pesados del partido. "Quiero un PP al que puedan volver María San Gil o Ortega Lara", ha afirmado Casado, que antes de ser nombrado vicesecretario de Comunicación del partido fue diputado en la Asamblea de Madrid.

La candidatura de Pablo Casado cuenta como principal punto fuerte con el hecho de que representa una ruptura con la etapa pasada del partido y que supone un relevo generacional. En cuanto a sus debilidades, las sospechas acerca de su máster en la Universidad Rey Juan Carlos siguen pesando como un factor negativo para su elección como nuevo líder del partido.

En su caso, entre las figuras del peso del partido cuenta con el respaldo, entre otros, de María Dolores de Cospedal -que a su vez en la primera vuelta contaba con el apoyo de Juan Ignacio Zoido, Jesús Posada o Rafael Catalá-, José María Aznar, Cristina Cifuentes, Javier Maroto, Esperanza Aguirre, Ignacio Cosidó o Isabel García Ayuso. También el exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo ha manifestado sentirse más cómodo con la candidatura de Casado que con la de Sáenz de Santamaría.