El Gobierno de Hungría convocó el miércoles a la embajadora española para expresarle su malestar por unas declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, sobre el cierre de fronteras y la restricción de libertades, por considerarlas "ofensivas".

La polémica se remonta al martes, cuando Borrell, durante una intervención en el Club Siglo XXI, se refirió a las diferentes políticas europeas y condenó las medidas adoptadas por los países más combativos contra la inmigración, personificados en las figuras del primer primer ministro húngaro, Viktor Orban, y del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini.

Según Borrell, el bloque de Orban y Salvini pone en riesgo libertades y derechos, lo que ha motivado una respuesta diplomática por parte de Hungría, que ha descartado ser una "pseudodemocracia" por las políticas adoptadas en los últimos años.

Así, el Ministerio de Exteriores húngaro ha expresado en un comunicado su malestar por unas declaraciones que considera "ofensivas" y que, en su opinión, traspasan la línea de la crítica política, ya que implican alusiones a la xenofobia y ponen en cuestión el respeto de cuestiones democráticas básicas como la separación de poderes o la libertad de prensa.

El secretario de Estado de Exteriores de Hungría, Levente Magyar, ha trasladado personalmente este malestar a la embajadora española, Anunciada Fernández de Córdova, aunque ha dejado claro que las relaciones entre los dos países siguen siendo buenas y que está en pie una invitación para que Borrell visite Budapest a finales de octubre.