El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha asegurado este jueves que el Gobierno intenta "mantener diálogo con todas las partes" involucradas en la crisis de Venezuela, y que "ser muy duro" con una de esas partes "inhabilita para contribuir a una solución" que se debería "facilitar".

Durante su ponencia en la comisión de Exteriores del Senado, Borrell ha afirmado que "sólo con sanciones será muy difícil que la solución se alcance en un plazo razonable", por lo que ha apostado por realizar un intento de "facilitar, que no mediar". "No queremos inhabilitarnos a nosotros mismos. A veces, ser muy duro con una de las partes te inhabilita para contribuir a una solución que deberíamos facilitar", ha recalcado, al explicar la posición del Gobierno español ante el conflicto venezolano.

Preguntado por las gestiones que realiza el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con el Gobierno de Maduro, Borrell ha recalcado que "el señor Zapatero no es el representante del Gobierno español; hace lo que cree que tiene que hacer y lo paga de su bolsillo".

Respecto a la visita oficial del presidente Sánchez a Cuba el próximo 22 y 23 de noviembre, ha considerado que se trata de un "punto importante en la historia" de las relaciones y que "es el momento de deshelar" el vínculo bilateral, recordando que hace 32 años que ningún jefe de Gobierno español visita la isla.

Para Borrell "no tiene sentido que España no esté en Cuba", sobre todo, porque "hay países europeos con muchos menos lazos históricos que nosotros que han estado en Cuba", lo que ha supuesto una pérdida de oportunidades para España. "No se trata de ser complacientes, pero tampoco estar ausentes porque los vacíos los llenan otros", ha argumentado.