Juana Rivas volverá a prestar declaración este jueves ante la Policía italiana en relación a las denuncias en las que acusa a su expareja de supuestos malos tratos a sus hijos, después de que el miércoles se reuniera en Cagliari (Italia) con el cónsul general de España en Roma para pedirle que se investigue este asunto ante la "vulnerabilidad extrema" en la que a su juicio se encuentran los niños, que permanecen con ella.

El equipo que asesora a esta madre de Maracena (Granada) ha señalado en un comunicado remitido a Europa Press que, tras las "últimos episodios" ocurridos, el tribunal civil que lleva el tema de la custodia de los menores ha fechado la escucha del hijo mayor, de doce años, para el 13 de noviembre, pero mantienen que esto no es acorde con las "exigencias de protección y de inmediatez" que "los hechos denunciados requieren".

Rivas recibió el miércoles una notificación de la Policía de Cagliari para que se personara con sus hijos en sus dependencias, cosa que, según afirman, realizó "al instante".

Allí se le informó de que Francesco Arcuri, que ha negado reiteradamente este presunto maltrato, había presentado una denuncia contra ella reclamando la entrega inmediata de sus hijos, mostrando para ello a la Policía la resolución judicial en la que se le reconoce la custodia provisional.

Juana Rivas, por su parte, ha relatado a la Policía lo ocurrido en los últimos días y le ha mostrado una resolución en la que, según garantiza, "el juzgado le reconoce el derecho a estar con sus hijos durante siete días consecutivos cuando ella se encuentre en Italia".

Su entorno narra que seguidamente la Policía les invitó a que se marcharan al lugar en el que se están hospedando, concertando al mismo tiempo una nueva comparecencia para este jueves en la que se tomará nueva declaración a Juana Rivas sobre los hechos denunciados, hasta en seis ocasiones, en relación a los niños.

Rivas ha sido condenada en España a cinco años de prisión y seis sin la patria potestad de sus hijos por sustracción de menores, después de que hace dos veranos incumpliera las resoluciones judiciales que le obligaban a entregarlos al padre, al que acusa de malos tratos.

La sentencia no es firme y ha sido recurrida por su defensa. La semana pasada volvió a Italia para estar con sus hijos y el pasado domingo decidió no devolvérselos al padre, tras lo que interpuso una denuncia por supuesto maltrato hacia ellos.