El expresident Carles Puigdemont ha llamado este sábado al soberanismo a unirse sin "reproches" en el objetivo de la independencia en el primer gran acto de la Crida Nacional per la República, organización que no renuncia a ninguna vía pacífica, incluida la desobediencia, para lograr su objetivo.

El pabellón del Nou Congost de Manresa (Barcelona) se ha quedado pequeño para acoger este sábado, un año después de la declaración unilateral de independencia, la convención fundacional de la Crida, el movimiento político que lideran Carles Puigdemont -que es su presidente impulsor-, el presidente catalán, Quim Torra, y el exlíder de la ANC y diputado de JxCat, el preso Jordi Sànchez.

En su intervención en el acto a través de videoconferencia desde Waterloo (Bélgica), Puigdemont ha prometido que esta organización política, que se fundará en un congreso previsto para el próximo 19 de enero, se va a disolver cuando logre el objetivo de la república, sin voluntad de perpetuarse.

"Es la primera organización política que nace con voluntad de desaparecer", ha subrayado Puigdemont, que ha incidido, en un mensaje dirigido a los partidos independentistas, que su vocación es unir al soberanismo "sin reproches y sin hablar mal de los compañeros de viaje".

La Crida ya cuenta con 9.500 fundadores (que pagan cuota), 51.000 adheridos y más de 700 voluntarios, pero, de entre los grandes partidos del independentismo, solo el PDeCAT tiene el mandato de que sus militantes de adhieran de forma individual.

En todo caso, Puigdemont ha subrayado que la Crida se crea para "hacer un llamamiento a sumar y a unir" y a "plantar cara de forma conjunta los desafíos" del futuro y a los que "nos quieren desmovilizados y rendidos".

Jordi Sànchez, encarcelado en la prisión de Lledoners -cercana a Manresa-, ha intervenido a través de una carta para subrayar que la "excepcionalidad" del momento obliga a "transcender el ámbito de los partidos" para lograr más "unidad" y ha pedido corregir "errores" del pasado en la senda soberanista.

Torra ha subrayado que su ejecutivo "no renunciará nunca al diálogo", pero ha lanzado una advertencia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que ha dejado claro que su "crédito político se ha acabado" y le ha espetado un "¡así no, presidente Sánchez, así no!".

Y en un acto con continuas apelaciones a la unidad del soberanismo, Torra ha hecho un llamamiento en ese sentido cuando aludía a los catalanes "no aceptar" y "enfrentarse" a una eventual sentencia condenatoria en el juicio del 'procés': "Hagámoslo juntos, porque sólo saldremos adelante si lo hacemos juntos. Juntos somos más fuertes, unidos somos más solidarios, juntos somos más fraternales. Avancemos juntos por dignidad", ha afirmado.

En el acto, la consellera Elsa Artadi y el exconseller Ferran Mascarell han presentado la propuesta de ponencia ideológica, que entrará en una fase de enmiendas para ser elevada al congreso de enero.

El documento fija como objetivo la consecución de la independencia dando preferencia al diálogo con el Estado, aunque sin renunciar a cualquier otra vía alternativa, incluida "la desobediencia pacífica y la protesta cívica".

El documento define a la Crida como "un movimiento político soberanista de amplio espectro y transversal" que pueda participar también en las "citas electorales", para lo que se tiene que inscribir como partido político, algo que ha generado dudas al presidente del PDeCAT, David Bonvehí, hoy ausente en Manresa.

No obstante, la ponencia organizativa, que han presentado los diputados Gemma Geis y Toni Morral, garantiza que los asociados del PDeCAT que quieran inscribirse en la Crida podrán seguir siendo militantes de la formación heredera de CDC.

En cuanto a los órganos de decisión, la ponencia ya señala a Carles Puigdemont como "presidente impulsor" y a Sànchez y Torra también como impulsores, y establece tres órganos de decisión: Asamblea Nacional, Consejo de Representantes y Govern (ejecutiva).

En el acto han intervenido una serie de personas que han explicado por qué se adherían a la Crida, y entre ellos destacaba el alcalde de Montblanc (Tarragona), Pep Andreu, que es militante de ERC, formación que no se suma al proyecto de Puigdemont.

Entre el público del Nou Congost destacaban los consellers Jordi Puigneró, Miquel Buch, Damià Calvet o Àngels Chacon, diversos diputados de JxCat, el exalcalde barcelonés Xavier Trias y la alcaldable del PDeCAT Neus Munté, así como la vicepresidenta de la formación heredera de CDC, Miriam Nogueras.