El presidente Pedro Sánchez ha ratificado hoy ante la ejecutiva del PSOE su propósito de agotar la legislatura y de desarrollar la agenda social de su Gobierno "con o sin presupuestos", ha explicado en rueda de prensa el ministro de Fomento y secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos.

Tras asegurar que Sánchez "no renuncia a ningún apoyo" para sacar adelante las cuentas de 2019, Ábalos ha defendido que "nada tiene que ver" el proceso judicial contra los líderes independentistas del "procés" con el debate presupuestario: "no se puede vincular, nada tiene que ver una cosa con otra", ha afirmado.

No obstante, ha subrayado que lo que prima para el Ejecutivo es poner en marcha la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la actualización de las pensiones y las ayudas a los mayores de 52 años, entre otros objetivos, y que cuenta con "instrumentos" para llevarlo a cabo, si su proyecto presupuestario no sale finalmente adelante.

En su comparecencia, el ministro ha vuelto a admitir que la Abogacía del Estado atiende a la política del Gobierno, como órgano dependiente de la Administración que es, pero ha rechazado que eso suponga que "hay injerencia" o que vaya a "pedir un informe que no sea ajustado a derecho".

"El Gobierno siempre usa la Abogacía del Estado. Yo llevo escasos meses, pero yo uso mucho la Abogacía del Estado y debo usarla, porque me establece los limites legales (...) Esto es así y no pasa nada: usamos la Abogacía del Estado, los gabinetes de comunicación, los gabinetes técnicos... Los servicios de la Administración están para usarlos", ha argumentado.

Además, ha destacado que el Ejecutivo socialista ha "ido bastante más allá" al introducir el delito de sedición como acusación de la Abogacía del Estado, frente al gobierno del PP, que "solo hablaba de malversación".

No obstante, ha descartado que Sánchez vaya a impulsar una actualización del delito de rebelión, como anunció el pasado mayo, por considerar que "en pleno proceso judicial no cabe plantear una reforma del Código Penal", porque el debate legislativo paralelo que se produciría "contaminaría" dicho proceso.

En el análisis de la situación política y económica que ha abordado Sánchez con su ejecutiva, los socialistas han convenido que los desafíos a los que se enfrenta su Gobierno no son más intensos o importantes que los de otras etapas de la historia democrática del país, pero se quiere generar "de forma artificial" la sensación de que en España existe una gran "crispación".

En el PSOE creen que por eso en la derecha "se trabaja la imagen de tensión y crispación, buscando siempre la polémica en hechos que van más allá de la realidad", cuando la situación de España "no es tan tensa como algunos quieren plantear".

Convencido de poder superar el trámite de las enmiendas a la totalidad de los presupuestos, el Gobierno esgrime que su empeño es garantizar la gobernabilidad y defiende que hasta ahora ha conseguido las mayorías necesarias para que esto sea así.

En el balance de su gestión sitúan en su haber que la economía funciona con crecimiento y que el intento de normalización y diálogo institucional con Cataluña "se está consiguiendo", al tiempo que la justicia "sigue su proceso con rigor e independencia".

En ese contexto, el PSOE considera que la derecha española tiene un problema de "disgregación" y de "falta de proyecto político" y que por eso está apostando por llevar la "tensión a la calle".

"El Gobierno tiene más claro que en cualquier otro momento que su obligación es dar la estabilidad al país que otros niegan. Por tanto, el propósito es agotar legislatura y ganar las próximas elecciones para seguir gobernando este país", ha proclamado Ábalos.

En su reunión de hoy, la ejecutiva del PSOE ha decidido convertir el Comité Federal del próximo sábado, 10 de noviembre, en un gran acto preelectoral en el que proclamará a todos sus cabezas de lista a las elecciones autonómicas.

Será el primer Comité Federal que celebra el partido desde que Sánchez accediera a la Moncloa, por lo que en su informe político hará balance de sus primeros cinco meses de gobierno, a menos de un mes de que los comicios andaluces abran el nuevo ciclo electoral.