La dirección del PSOE ha abierto este lunes la puerta a la dimisión de Susana Díaz al frente de los socialistas andaluces, si eso es necesario para garantizar la gobernabilidad de Andalucía al margen de Vox.

"Todos tenemos muy asumido que nuestro papel está subordinado al éxito de nuestro proyecto político y con generosidad todos estamos a disposición de la organización", ha afirmado el 'número tres' del partido, José Luis Ábalos, tras la reunión que ha mantenido esta mañana la comisión permanente del Comité Electoral, para analizar los resultados de ayer.

Ábalos, que ha subrayado que la dirección federal se va a "implicar absolutamente" tanto en el proceso para intentar gobernar en Andalucía, como en el de la "necesaria regeneración" del PSOE andaluz, ha pedido a Cs que diga si quiere volver a pactar con los socialistas "o pretende embarcarse en la aventura con la extrema derecha".

Aunque la ejecutiva federal se reunirá este martes para analizar la situación con mayor profundidad, el secretario de Organización ha dejado claro que "la dirección general se siente responsable e implicada en todo este proceso y va a ejercer como tal en todo el proceso de gobernabilidad en Andalucía y de renovación y actualización del proyecto socialista, no solamente en Andalucía, sino en el conjunto de España".

Ábalos, sobre el futuro de Díaz: "Nuestro papel está subordinado al éxito del proyecto político"

Ábalos, sobre el futuro de Díaz: "Nuestro papel está subordinado al éxito del proyecto político"

Ábalos abre la puerta a la renuncia de Díaz. Agencia ATLAS | EFE

Sobre una posible dimisión de Díaz, ha dicho también que los socialistas andaluces son "lo suficientemente inteligentes y responsables para llevar adelante su proceso y aportar lo mejor de sí mismos".

En esa línea, ha llamado a "no anticipar nada en un proceso que en principio se presume muy abierto" y en el que "de lo que se trata es de tener un programa común de progreso y desarrollo para Andalucía".

Tras subrayar su oferta a Cs para que apoye un gobierno socialista, Ábalos ha insistido en no desechar esa fórmula, que a su juicio sería más sensata que el apoyo del PSOE a la investidura del candidato de Cs, Juan Marín.

"Que a la tercera formación política, simplemente para evitarle un coqueteo con la ultraderecha, salgamos a socorrerle no parece muy sensato", se ha quejado.

Ha recordado además que los socialistas ya se abstuvieron para facilitar la investidura del presidente del PP, Mariano Rajoy, "un precedente que nos constó mucho a la organización, pero se hizo, mientras que todavía no he visto sacrificios en el otro lado".

Ábalos ha hecho hincapié en que el PSOE no solo ha sido el partido más votado en Andalucía, sino también en el 80 % de los municipios, por lo que ha reivindicado que le corresponde -como ya ha anunciado que va a hacer Díaz- liderar el proceso de diálogo con las otras fuerzas políticas para encontrar una solución de gobernabilidad.

En su análisis de la fuerte irrupción de Vox en el Parlamento andaluz, la dirección socialista la atribuye a un "voto radical de descontento, temor, miedo e incertidumbre de los perdedores de la crisis", a los que ha prometido que el Ejecutivo de Sánchez va a impulsar políticas que les beneficien.

"Esto no nos produce ningún efecto de debilidad, sino un gran incentivo para nuestra acción de Gobierno", ha asegurado el también ministro de Fomento.

Sobre la posibilidad de repetir los comicios antes de que la derecha se apoye en Vox para gobernar, ha señalado que una repetición electoral solo se produciría como "resultado de la incapacidad para encontrar una fórmula que permita una investidura".

El dirigente del PSOE ha rechazado además que los resultados de Andalucía puedan trasladarse a nivel nacional y que los andaluces hayan castigado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su relación con los independentistas catalanes.

A ese respecto, ha recalcado que cada territorio tiene su singularidad y que Díaz "decidió poner a Andalucía como punto central" de su campaña, y ha sostenido que en unas generales la "participación hubiera sido otra y los resultados también, incluso con los conocidos ahora mismo".

Ábalos ha replicado a los que comparan la relación del PSOE y los independentistas con la del PP y Vox que los socialistas, a diferencia de los 'populares', nunca han dicho que compartan valores con los independentistas, mientras que ellos sí dicen compartir valores con Vox.

Susana Díaz rechaza dimitir y pide el apoyo de CS

Por su parte, la Ejecutiva Regional del PSOE-A ha dado hoy la confianza para seguir liderando el partido a la secretaria general y presidenta en funciones de la Junta, Susana Díaz, que ha sostenido que, si hubiera perdido las elecciones, habría dimitido y ha situado su objetivo en impedir que el próximo gobierno dependa de Vox.

La dirigente socialista no ha aclarado cuáles serán su preferencias en torno a los posibles pactos poselectorales, pero ha dejado claro que "lo normal es que el tercero (por Ciudadanos) apoye al primero (por el PSOE) y que lo demás es "extraño".

Además, ha reiterado que se pondrá en contacto con todos los partidos constitucionalistas, salvo con Vox, con el objetivo de impedir que el próximo Gobierno de la Junta de Andalucía dependa de la "extrema derecha".

La Ejecutiva socialista, con la presencia de los ocho secretarios provinciales, ha hecho balance de las elecciones, del escenario político que ha quedado y de las perspectivas para el PSOE y el futuro gobierno andaluz.

Después de señalar que más de un millón de andaluces ha apoyado a su partido, que ha ganado en unos 618 municipios y en siete provincias, Díaz ha reconocido que la de ayer fue una noche "triste" y que ha entendido el mensaje de los que se han abstenido.

"Ha habido muchas mujeres y hombres socialistas de corazón que fueron a votar. Algo hemos hecho mal. Tomamos nota para dar respuesta para estar a la altura, reflexionar y corregir los errores", ha planteado en un tono algo autocrítico.

Pese al mal resultado del PSOE-A, que ha perdido 14 escaños hasta quedarse en 33 representantes en el Parlamento, la secretaria general de los socialistas andaluces cree que su obligación como presidenta en funciones es "parar la ola de la extrema derecha" e impedir que el futuro gobierno de la Junta dependa de Vox.

Por ello, tiene la intención de abrir el diálogo con todos los partidos, salvo con Vox, para frenar a la "extrema derecha", de la que ha alertado que pretende "quebrar" la convivencia, no respeta la igualdad, la Constitución, el Estado de derecho y el Estatuto de Autonomía.

La candidata socialista, preguntada por si ha pensado en dimitir, ha indicado que, si hubiera perdido, lo habría hecho, pero ha insistido en que ha ganado las elecciones y ha sostenido que es llamativo que quienes han perdido los comicios, por el PP y Cs, "señalen" a los que han ganado.

A partir de aquí, ha esgrimido que todos los partidos constitucionalistas tienen ahora la "responsabilidad" de evitar que el futuro gobierno dependa de Vox y ha apostillado: "Yo no voy a hacer dejación de mis funciones".

Sobre la posibilidad de un eventual acuerdo entre el PP y Cs, ha afirmado que tendrán que de decidir cuál es su posición respeto a la "extrema derecha".

La socialista ha asegurado respecto a la irrupción en el Parlamento andaluz de Vox (12 escaños) que durante la campaña ha venido avisando sobre este fenómeno y ha criticado que Adelante Andalucía optara por seguir "atacándola" y que el PP y Ciudadanos hayan optado por "blanquear" a un partido "xenófobo y racista que justifica" la violencia contra la mujeres.

A propósito de las renuncias que su partido está dispuesto a hacer para conseguir un acuerdo, Díaz ha contestado: "Hay un partido que ha ganado y que dialogará con todo el mundo, y los demás se reparten cosas y no les importa pactar con la extrema derecha".

En este sentido, considera que el comportamiento de su partido está siendo "impecable" y que está en manos del resto de formaciones conseguir que el Ejecutivo "no dependa" de la "extrema derecha".