Todos los grupos parlamentarios en el Congreso han anunciado este martes que votarán a favor de la proposición de ley del PSOE para derogar el voto rogado para los españoles residentes en el extranjero, aunque esta iniciativa no tendrá tiempo de salir adelante en la actual legislatura debido a la disolución de las Cortes el próximo 5 de marzo.

El pleno ha vivido un cruce de acusaciones entre los distintos partidos, quienes se culpan unos a los otros de que no se vaya a tramitar esta reforma.

El diputado socialista Gregorio Cámara ha defendido la proposición al calificarla de "necesaria, ortodoxa y solvente" y ha lamentado un "veto de facto" por parte del PP, que a su juicio ha retrasado la tramitación de la iniciativa y ha presentado una propuesta de reforma propia "técnicamente inviable" para "justificar" este retraso.

Cámara ha reivindicado el "intenso trabajo" de su grupo por lograr un acuerdo con los demás partidos en una materia, la Ley Electoral, que en sus respectivas reformas ha contado con amplios consensos, y ha zanjado su intervención alertando a los distintos partidos: "que cada grupo asuma su responsabilidad".

El voto a favor del PP, anunciado a última hora, ha llegado con reproches al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien el diputado José Antonio Bermúdez de Castro atribuye la imposibilidad de tramitar esta reforma por su decisión de adelantar las elecciones.

Bermúdez de Castro ha recordado que la introducción del voto rogado se dio con el apoyo del PSOE en 2011 y ha pedido a los socialistas que "no hagan electoralismo fácil" y "no tergiversen" acusando al PP de poner trabas a la proposición, algo que a su juicio "resulta mendaz y ridículo".

Aún así, y a pesar de que ha criticado que la iniciativa "no es la más acertada", el grupo popular votará a favor porque "puede servir de punto de consenso para la próxima legislatura".

El diputado de Compromís, Ignasi Bataller, ha recriminado al "viejo bipartidismo" no haber aprobado esta reforma y ha pedido al hemiciclo "pedir perdón" a los españoles en el extranjero.

El guante lo ha recogido Unidos Podemos, quien a través del diputado Txema Guijarro se ha disculpado ante la marea granate, movimiento de los emigrantes españoles.

Guijarro ha criticado al PSOE por haberse escudado en buscar "un amplio consenso", algo que sería imposible ya que, según él, "cualquier reforma de la Ley Electoral sería en contra del PP", partido al que ha acusado de "votar a favor sin efecto práctico".

También ha pedido disculpas el encargado de defender la postura de Ciudadanos, el parlamentario José Ignacio Prendes, ya que "no ha sabido atender las necesidades" de los casi 2,5 millones de españoles que residen en el exterior.

Para Prendes, la responsabilidad del fracaso de esta propuesta recae tanto en PP como en PSOE por cuanto no han querido tramitarla por procedimiento de urgencia. La decisión de Sánchez de adelantar las elecciones ha frustrado todas las expectativas.

En esta crítica han coincidido el portavoz de ERC, Joan Tardà, quien ha afirmado que "con 15 días más" se hubiera conseguido tramitar la proposición, y el diputado del PNV, Mikel Legarda, que ha acusado a los grupos de "intransigencia e impaciencia" para sacar adelante una iniciativa que requiere de "más tiempo de diálogo".

Por tanto, se queda en el tintero una propuesta que, de haber salido adelante, hubiera supuesto una ampliación de plazos, un aumento del número de puntos de votación y la introducción de una papeleta en blanco para escribir el sentido del voto, entre otras medidas.