El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha comprometido a acabar con los "dedazos" si llega al Gobierno, a promover un gran debate nacional para poner en marcha las reformas pendientes y a unir en España frenando "en seco" a los separatistas, sin indultos ni privilegios para quienes quieren romper el país.

Un día después de arrasar en las primarias para designar al candidato de Cs a la Presidencia del Gobierno, Rivera ha sido oficialmente presentado a sus compañeros de partido en un emotivo acto celebrado en Madrid, en el que ha sido arropado por toda la Ejecutiva, entre ellos la portavoz, Inés Arrimadas.

Acto en el que se han proyectado dos vídeos con intervenciones de familiares, amigos, profesores, entrenadores y compañeros de Cs y en el que, además, se ha dado a conocer la nueva marca para la campaña de las elecciones del 28 de abril, "Rivera", escrita en dos tonalidades de naranja a modo de bandera de España.

Mientras las sílabas "ri" y "ra" aparecen más oscuras, la "ve" tiene un tono más claro, casi como si fuera amarillo, para que, según fuentes de Cs, la imagen final se asemeje a la enseña nacional. La "i" tiene un punto azul con la bandera de la UE y a la derecha de la "r", en pequeñito, figura el nombre, "Albert", en vertical.

Durante su intervención, y después de que subieran al estrado la propia Arrimadas y el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, Rivera ha querido asumir tres compromisos "firmes" con la vista puesta en el 28A.

"Frenar en seco" a los separatistas, situar a los mejores en el Gobierno, con la aprobación de una ley para acabar con los "dedazos" en los cargos institucionales, y promover un gran debate nacional que permita para poner en marcha las reformas necesarias.

Contento y con las pilas cargadas, según ha confesado, Rivera se ve capaz de ganar las elecciones y, de ser así, ha garantizado que seguirá siendo un "currante" procedente de la "clase media trabajadora". "Voy a ser uno de los vuestros", ha dicho.

Las ideas de España y de unidad han sobrevolado todo el acto, hasta el punto de que Rivera ha admitido que en estos años que lleva en política no ha dedicado a su familia personal tantas horas como le hubiera gustado porque las ha invertido en esa otra "gran familia que es España".

"Igual que adoro a mi familia, adoro a esta gran familia y quiero poner mi granito de arena para que este país se mantenga unido", ha subrayado sin olvidarse de apostillar que quiere gobernar "para currar por este país" y no para ostentar el cargo y tener "el avión y el helicóptero".

Palabras dirigidas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que ha querido además enviar otro mensaje, compartido con el líder del PP, Pablo Casado: Ciudadanos es el partido de los "talentos", al que "no paran de llegar militantes y votantes" que se les van a los otros.

Era una alusión implícita a los fichajes de los últimos tiempos que han recalado en Cs, entre ellos la exdirigente del PP de Castilla y León Silvia Clemente o el exsocialista Joan Mesquida.

Tras proclamar que es "incansable" pese a los "insultos" y que lo aguanta "todo", Rivera ha querido seducir a los antiguos votantes del PP o del PSOE, a quienes ha indicado que no ve como enemigos, sino como "compatriotas".

Y a ellos se ha dirigido al enfatizar que a él no le van a ver dividiendo a los españoles en trincheras, en rojos y azules, en catalanes, andaluces o madrileños. "Yo me metí en política para unir a mi país", ha insistido, y ha hecho un llamamiento para "llenar las urnas de votos del cambio" y poder "pasar página" del PSOE y del PP, que "sueñan con volver a la España de los ochenta y los noventa".

Así las cosas, en este primer gran acto de la precampaña, al que han asistido unas 800 personas, según Cs, Rivera ha ofrecido un modelo "antagónico" al de Sánchez y Torra, pero también al de Casado, a quien ha aprovechado para regañar por dejar entrever que estaría dispuesto a pactar con el PNV.

"En mi gobierno no habrá premios, ni privilegios, ni mediadores, ni indultos para los separatistas", ha dejado claro, y lo ha resumido en tres palabras -ley, justicia y Constitución-, con las que "frenar en seco" a los separatistas.

Quiere además formar un gobierno con "los mejores" y aprobar una ley que permita suprimir los "dedazos", así como poner en marcha las grandes reformas que necesita el país mediante un "gran diálogo nacional" en el que hablen los expertos y no los políticos.

"Estamos todo el día hablando de Franco y Casado quiere volver a hablar del aborto. Son debates del siglo pasado", se ha quejado Rivera, quien, en cambio, cree que hay que dialogar sobre cómo pagar las futuras pensiones, la modernización de la administración, las reformas en la Justicia, la despolitización de las televisiones públicas o la despoblación.