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Quince años del 11-M

Fernando Reinares: "Para el yihadismo, Al Andalus está ocupada y debe ser liberada a través de la violencia"

"Al Qaeda y Estado Islámico rivalizan por la hegemonía del yihadismo global", dice el experto en terrorismo islamista

Fernando Reinares, en la presentación de su último libro. Real Instituto Elcano

Fernando Reinares, director del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global (PRVTG) en el Real Instituto Elcano, está considerado el mayor experto de España en yihadismo y terrorismo yihadista. Es autor del libro '¡Matadlos! Quién estuvo detrás de 11-M y por qué se atentó en España' (Galaxia Gutenberg), la investigación de referencia para comprender el atentado de 2004. Su última investigación, junto a Carola Carcía-Calvo y Álvaro Vicente, publicada la semana pasada, y descargable libremente desde la web del Real Instituto Elcano, traza la evolución de este fenómeno terrorista en nuestro país desde 2004, fecha de los atentados del 11-M, hasta la fecha.

Yihadismo y yihadistas en España

Fernando Reinares, considerado el mayor experto en terrorismo yihadista de España, es el autor, junto a Carola García-Calvo y Álvaro Vicente, de 'Yihadismo y yihadistas en España: Quince años después del 11-M', editado por el Real Instituto Elcano de Estudios Estratégicos e Internacionales.

-¿Cómo ha progresado el conocimiento del fenómeno yihadista en estos 15 años en España?

-Nuestro empeño, en el marco del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global del Real Instituto Elcano, ha sido, en particular a lo largo de los seis o siete últimos años, el de desarrollar una investigación empírica sobre el yihadismo global y la amenaza del terrorismo yihadista en España que responda a altos niveles internacionales de calidad por lo sistemático en la recopilación de datos y el cuidado de su análisis cuantitativo. Un ejemplo de ello es nuestro último libro, 'Yihadismo y yihadistas en España. Quince años después del 11-M', que además puede descargarse libremente en nuestra web. Este libro viene precedido de otros dos, '¡Matadlos! Quién estuvo detrás del 11-M y por qué se atentó en España', así como 'Estado Islámico en España'. En conjunto, pienso que, junto a obras como 'Al Andalus 2. La cyber-yihad contra España', del profesor Manuel Torres, de la Universidad Pablo Olavide, son aportaciones de referencia, compatibles y complementarias del conocimiento adquirido en otros ámbitos, como el de los servicios de seguridad que desarrollan funciones de análisis e inteligencia.

-¿Cuáles son las principales características del yihadismo endógeno?

-Hablar de yihadismo endógeno es hacerlo de yihadistas nacidos y crecidos en España. Es decir, de individuos que, antes de atravesar por un proceso de radicalización violenta que conduce a la implicación terrorista, se han socializado, durante su infancia o adolescencia, entre nosotros, en particular de individuos cuya escolarización ha tenido lugar en el ámbito del sistema educativo español y en el seno de la sociedad española. En la práctica, siete de cada diez yihadistas condenados o muertos en España entre 2004 y 2018 son exponente de ese yihadismo endógeno. Más, concretamente, seis de cada diez en tanto que pertenecientes a las segundas generaciones, es decir, jóvenes de, sobre todo, entre 18 y 34 años de edad que han nacido o crecido en España, pero descienden de inmigrantes procedentes de países mayoritariamente musulmanes, en especial de Marruecos. Sin embargo, uno de cada diez de aquellos son asimismo parte del yihadismo endógeno en España en tanto que conversos al islam que han adoptado las actitudes y creencias del salafismo yihadista. Nótese que, de los no menos de 26 yihadistas que formaron la red del 11-M, todos menos uno eran inmigrantes musulmanes de primera generación, mientras que, a la inversa, todos menos uno de los no menos de 10 miembros que tuvo la célula de Ripoll pertenecían a las segundas generaciones, eran descendientes de inmigrantes musulmanes pero, a diferencia de sus progenitores, habían nacido o crecido en España.

La guerra en Siria, factor de cambio en la evolución del yihadismo

La investigación de Fernando Reinares, Carola García-Calvo y Álvaro Vicente establece dos períodos, delimitados por la guerra en Siria. A partir de 2012, la insurgencia yihadista que ya estaba presente en Irak se refuerza en Siria, con el Estado Islámico como "nueva matriz del yihadismo global". Es a partir de entonces cuando se produce la irrupción de yihadistas adscritos a las segundas generaciones, descendientes de inmigrantes musulmanes que habían nacido o crecido en España. Es el llamado 'yihadismo endógeno' por los investigadores, que constatan que en ese "variado" segmento social se inscriben adolescentes y jóvenes que "han resultado especialmente vulnerables a la radicalización violenta y el reclutamiento terrorista". Una vulnerabilidad, explica el libro, que "se asocia con el complicado equilibrio entre culturas que les afecta y les hace propensos a tensiones de identidad". El análisis de los investigadores del Real Instituto Elcano también pone de relieve que las células de varios individuos siguen constituyendo la vía más importante de composición y actuación de estos grupos terroristas, en contra del concepto de 'lobo solitario'. Asimismo, y por encima de redes sociales o mensajes en Internet, la exposición personal a un agente de radicalización, alguien con trayectoria como activista o una figura de índole religiosa, sigue siendo un factor capital de captación, así como la existencia de vínculos afectivos previos con individuos ya radicalizados.

-¿En estos momentos supone un riesgo mayor para la seguridad que los retornados desde Siria?

-Hay que empezar por tener en cuenta que, entre los retornados, es decir, entre los yihdistas que partieron de España, donde residían, hacia una zona de conflicto, como combatientes terroristas extranjeros, hay individuos nacidos o crecidos en España. Por lo tanto, se trata más bien de elucidar si los que se fueron y vuelven suponen un riesgo terrorista menor o mayor que los que no se han ido a una zona de conflicto. Y, a este respecto, inevitablemente hemos de pensar que, si bien es obvio el peligro que suponen aquellos retornados que lo hacen por meras consideraciones utilitarias o de oportunidad, pero que en modo alguno se han desradicalizado y siguen comprometidos con su versión extremista del islam político, es igualmente cierto que no hace falta irse a una zona de conflicto para ser un yihadista que suponga una amenaza terrorista dentro de España. Por ejemplo, los miembros de la célula de Ripoll, responsable de los atentados de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils, ni habían sido combatientes terroristas extranjeros ni eran retornados. Esa célula tenía diez miembros y, salvo el imán de origen marroquí que la articuló, los otros nueves individuos, cuya radicalización promovió, habían nacido o crecido en España. Eran musulmanes de segunda generación y, por lo tanto, yihadistas de tipo endógeno. Acabaron preparando y ejecutando actos de terrorismo yihadista en suelo español, en Cataluña.

"Hablar de yihadismo endógeno es hacerlo de yihadistas nacidos y crecidos en España que se han socializado, durante su infancia o adolescencia, entre nosotros"

-¿Las células siguen siendo el principal grupo de acción yihadista por delante del concepto de 'lobo solitario?

-En efecto, nuestra investigación sobre el total de yihadistas condenados o muertos en España desde 2004 hasta 2018 confirma que sólo uno de cada diez se implicó en actividades relacionadas con el terrorismo al modo de los actores solitarios. En cambio, nueve de cada diez se implicaron en compañía de otros correligionarios, como integrantes de células, grupos y redes. Eso sí, como constatamos también en el libro Yihadismo y yihdistas en España. Quince años después del 11-M, se trataba de células, grupos y redes que denotan interesantes variaciones respecto a su naturaleza, tamaño, composición, alcance, conexiones con organizaciones yihadistas en el exterior y funciones. Por otra parte, mientras que hasta 2011, en el periodo durante el cual los individuos objeto de nuestro estudio tuvieron como principal organización de referencia a Al Qaeda, eran habituales las relaciones entre individuos pertenecientes a diferentes esas células, grupos y redes. Sin embargo, a partir de 2012, ya en el periodo durante el cual la organización Estado Islámico fue referencia predominante, esas relaciones entre miembros de diferentes células, grupos o redes son infrecuentes. Este cambio tiene mucho que ver con las diferentes estrategias de movilización que llevan a cabo las organizaciones yihadistas.

-El factor presencial y el adoctrinamiento 'cara a cara' siguen constituyendo la principal vía de introducción al fenómeno del yihadismo violento. ¿Qué conclusión se puede extraer de esto?

-En nuestro libro ponemos de manifiesto que, para al menos siete de cada diez yihadistas condenados o muertos en España a lo largo de los últimos quince años, más allá de los cambios que observamos en, por ejemplo, sus características sociales o el contexto internacional, el proceso de radicalización violenta estuvo determinado por dos factores. Son los que llamamos factores de asociación diferencial, porque se dan, y combinados entre sí, en unos casos pero no en otros. En primer lugar, la exposición, en efecto mucho más a menudo presencial que virtual, con algún agente de radicalización. Este factor pone de manifiesto la importancia que la ideología tiene en los procesos de radicalización yihadista y, en particular, las influencias salafistas. En segundo lugar, la existencia de vínculos afectivos previos, basados en relaciones de parentesco, amistad o vecindad, con algún otro individuo ya radicalizado o en proceso de radicalización, constituye el otro factor determinante. Este factor subraya la importancia que tienen las redes sociales. Todo ello nos ayuda a entender por qué los procesos de radicalización, en España como en otros países de nuestro entorno europeo, tienden a concentrarse en bolsas, en unas pocas localidades. Y entender esto es fundamental para que desde las instituciones públicas se formulen e implementen adecuadamente programas de prevención de la radicalización.

60%Yihadistas detenidos pertenecientes a la segunda generación

797Yihadistas detenidos en España desde 2004

200Yihadistas condenados ya en España desde 2004

33,2%Yihadistas condenados o muertos que residían en Cataluña

-En el libro destacan que, mientras el Estado Islámico se haya en retroceso, Al Qaeda sigue avanzando. ¿Son organizaciones aliadas, enfrentadas o simplemente siguen su camino respetándose la una a la otra?

-Lo que hemos podido constatar a ese respecto, refiriéndonos a los individuos objeto de nuestro estudio que fueron detenidos o perdieron la vida como consecuencia de su implicación yihadista desde 2012, es decir desde el inicio de la guerra de Siria que permitió la configuración de Estado Islámico, que primero se denominó Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL)es que, si bien la organización dicha organización era su referencia principal, el yihadismo global relacionado con Al Qaeda no ha perdido atractivo. Ello incluye al aparato central de Al Qaeda, sus ramas territoriales y sus entidades asociadas. Ni se ha producido algo así pese a que ambas organizaciones, Al Qaeda y Estado Islámico, rivalizan desde hace cinco o seis años por la hegemonía del yihadismo global en su conjunto. Es cierto que la organización liderada por Abu Baker al Bagdahdi ha tenido mucho más éxito que la liderada por Ayman al Zawahiri en movilizar yihadistas, en España como en el conjunto de Europa Occidental. Pero eso tuvo mucho que ver con la proclamación en 2014 del hoy extinto califato sobre amplios territorios de Siria e Irak. Nuestros datos sugieren que las lealtades hacia una u otra organización yihadista pueden variar según sea el devenir de las mismas, que por cierto revela un auge relativo de Al Qaeda, en Oriente Medio, el Norte y Este de África o la franja del Sahel, sin olvidar el escenario del sur de Asia.

"Los procesos de radicalización, en España como en otros países de nuestro entorno europeo, tienden a concentrarse en bolsas, en unas pocas localidades"

-¿Cuánto de importante sigue siendo para los yihadistas el mito de Al Andalus?

-Baste con decir que, desde la formulación doctrinal del actual yihadismo global por parte de Abdullah Azzam, hace ya tres décadas, tanto para esta ideología como para el conjunto del movimiento trasnacional desarrollado a partir de ella, Al Andalus sigue siendo, literalmente, un territorio musulmán que se encuentra bajo ocupación y que, por tanto, debe ser liberado por medio de una yihad violenta. Contribuir a esta yihad violenta es, antes o después, una obligación individual que se impone sobre cualquier musulmán capaz de ello, de acuerdo con el fundamentalismo anti-racional y atemporal que es propio del salafismo yihadista. Así pues, se trata de un mito que, por extemporáneo y hasta estrambótico que parezca en su definición yihadista, puede llegar, en el caso de algunos individuos, a ser real en sus consecuencias. Recordemos que los integrantes de la red del 11-M que residían en España se denominaban a sí mismos como "Brigada que se encuentra en Al Andalus", de igual modo que los miembros de la célula de Ripoll se presentaban como "Soldados de Estado Islámico en la tierra de Al Andalus". Una red de radicalización y reclutamiento, desmantelada en 2013, que desde España enviaba combatientes terroristas extranjeros a Siria, se denominaba también "Brigada Al Andalus".

Imagen del piso de Leganés después de que se inmolaran siete de los terroristas que participaron en los atentados del 11-M. EFE

-Asimismo, en su investigación subrayan que España va a seguir estando en el punto de mira de los yihadistas.

-Desde el año 2012, los niveles de movilización yihadista han sido notablemente más elevados que con anterioridad, entre 2004 y 2011. No sólo se ha incrementado considerablemente el número de yihadistas detenidos y condenados en España, sino que incluso se ha duplicado el número de combatientes terroristas extranjeros que partieron de nuestro país hacia Siria, Irak y en menor medida Malí. Por otra parte, casi una tercera parte del total de individuos detenidos en España en los últimos seis años estaba integrada en células, grupos o redes yihadistas con voluntad de atentar en España y capacidades, diversas en grado según el caso, para preparar y ejecutar algún atentado en nuestro país. Ese fue el caso de la célula de Ripoll, pero ha habido un buen número de otras tentativas que han podido desbaratarse a tiempo. España va a seguir siendo una nación occidental y combativa contra este fenómeno, por lo que no va a dejar de ser blanco de los yihadistas, aunque el nivel de amenaza en otros países de nuestro entorno europeo pueda ser más elevado. A esto se añade una circunstancia muy específica de nuestro país. Tanto Al Qaeda como Estado Islámico, al margen de que una esté en auge y la otra en relativa decadencia, coinciden en un señalamiento agresivo de España y de los españoles, en la medida en que concurren en la concepción de Al Andalus como territorio islámico usurpado donde son son legítimos, según las actitudes y creencias en que adoctrinan a sus seguidores, los actos de yihad terrorista.

Diferencias y similitudes entre los atentados de Madrid y Barcelona

El estudio también pone de manifiesto que características unen y separan a las células terroristas que causaron los atentados yihadistas más mortíferos en España. Detrás de los atentados del 11-M había una red con cerca de 30 individuos, procedentes de tres estructuras: el remanente de la célula que Al Qaeda organizó en España en 1994, el componente aportado por el Grupo Islámico Combatiente Marroquí y una banda de delincuentes comunes radicalizados. Hombres de edades entre 20 y 30 años, inmigrantes de primera generación con orígenes marroquíes y afincados en España. Pero, a partir de 2011, comienza a variar ese perfil, algo que se comprueba en los atentados terroristas del 17-A en Barcelona y Cambrils. De nuevo es una célula igualmente constituida solo por hombres la que opera, pero esta vez con hombres más jóvenes. Adolescentes y jóvenes de segunda generación, descendientes de inmigrantes marroquíes, "pero nacidos y crecidos en España". En ambos casos, el cara a cara y la exposición directa ejerció un papel fundamental en el reclutamiento, al igual que los vínculos sociales previos. "Tanto para quienes participaron en la red del 11-M como para quienes lo hicieron en la célula de Ripoll, lugares de culto y domicilios privados destacan como ámbitos específicos de radicalización yihadista, en los que leyeron escritos y escucharon grabaciones de doctrinarios salafistas". La investigación advierte de que, mientras el Estado Islámico ha retrocedido por la vasta pérdida de territorio en Siria, Al Qaeda se ha "fortalecido y extendido". No obstante, ambas organizaciones seguirán siendo referentes para individuos "radicalizados y reclutados en España", explican los investigadores, que sostienen que nuestro país no dejará de ser blanco del terrorismo yihadista, "pues es nación occidental y determinada en la lucha contra esa violencia de inspiración religiosa".

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