El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha desvelado este jueves que la policía catalana encajaba "muy mal" los anuncios del exconseller de Interior Joaquim Forn de que el cuerpo garantizaría que se podría votar el 1-O con normalidad, ya que había en ellas "un punto de irresponsabilidad".

En su testifical en el juicio a la cúpula del 'procés' en el Tribunal Supremo, Trapero ha destacado que desde que Forn sustituyó en Interior a Jordi Jané, a mediados de julio de 2017, el nuevo conseller les dijo que su discurso iba a ir por los "derroteros" de defender el referéndum, si bien ha precisado que siempre actuó con "respeto" en su gestión de los Mossos d'Esquadra.

A preguntas del fiscal Javier Zaragoza, Trapero ha resaltado que Jané le dijo que había dimitido por la "deriva política" del Govern a poco más de dos meses y medio del referéndum, ya que "no quería correr riesgos".

"Estaba incómodo. Yo le dije que estábamos incómodos los dos. Me dijo que no quería sufrir ningún tipo de riesgo", ha apuntado.

El operativo del 1-O hizo lo que "pudo"

Trapero ha asegurado que el dispositivo policial diseñado por la Policía autonómica en el marco de un operativo conjunto con la Policía Nacional y la Guardia Civil "no tenía otra finalidad" que la de impedir el referéndum.

Trapero, acusado de rebelión en la Audiencia Nacional, ha defendido la actuación de los mossos de cara al 1-O al señalar que el dispositivo elaborado por mandos de la Policía catalana perseguía precisamente "cumplir el mandato judicial" del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

El exmayor Trapero asegura que siempre acataron las órdenes de Fiscalía

El exmayor Trapero asegura que siempre acataron las órdenes de Fiscalía

El exmayor Trapero asegura que siempre acataron las órdenes de Fiscalía. Agencia Atlas

"¿Nos hubiese encantado que hubiese más resultados? Sí, hubo los que pudimos hacer entre todos", ha sentenciado Trapero.

Trapero ha ofrecido además los datos de la actuación de la Policía autonómica el 1-O: 134 colegios cerrados -un centenar por parte de los antidisturbios-, 250 centros que no se llegaron a abrir, y 432 urnas y 90.000 papeletas intervenidas.

El exjefe de los Mossos ha dado cuenta de la actuación del Cuerpo durante el referéndum, que ha calificado de "ilegal".

Esos son los datos definitivos que se enviaron al Tribunal Superior de Justicia el día 27 de octubre; días antes, el 10, los Mossos habían remitido otros datos, con carácter provisional, que elevaban a 149 los colegios clausurados el 1-O.

El 1-O y según ha relatado el entonces jefe de la Policía autonómica, los Mossos intervinieron 432 urnas, 90.000 papeletas, 70.000 sobres, 4 ordenadores, un móvil y documentación de interés porque explicaba "bastantes cosas de cómo funcionaba el proceso".

Trapero avisó a Puigdemont de que el 1-O causaría problemas de orden público

Trapero ha confirmado que avisó al entonces presidente de la Generalitat Carles Puigdemont de que el 1-O "iba a provocar necesariamente" problemas de orden público y de seguridad ciudadana.

Ha corroborado que la tarde del 28 de septiembre de 2017 transmitió a Puigdemont y a los exconsellers Oriol Junquerasque si el 1-O tiraba para adelante se generarían problemas de orden público al coincidir dos millones de personas con intención "de hacer algo" y unos 15.000 policías que tenían la orden judicial de impedir el referéndum.

Por este motivo, la cúpula de los Mossos advirtió a Puigdemont, Junqueras y Forn de que la coincidencia de votantes y de fuerzas de seguridad para impedir el referéndum "iba a provocar necesariamente problemas de orden público y de seguridad ciudadana", según Trapero.

Trapero: "La juez nos dijo actuad con paciencia y garantizando la paz social"

La magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) Mercedes Armas emplazó a los mandos de los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Civil a actuar "con paciencia, contención y garantizando en todo momento la paz social" al impedir el referéndum del 1-O.

Trapero ha insistido en que la orden de la juez del TSJC de impedir el 1-O "nunca se colocó en segundo lugar", sino que es "lo que guió la actuación del cuerpo de los Mossos d'Esquadra", así como de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

No obstante, el mayor, que fue destituido con la activación del 155, ha subrayado que en la reunión que la juez mantuvo con él y con los jefes de la Guardia Civil y la Policía Nacional en Cataluña para comunicarles el auto que obligaba impedir el 1-O les dijo, cuando todos estaban ya en pie: "Actúen con paciencia, contención y garantizando en todo momento la paz social".

Según Josep Lluís Trapero, ese mensaje de la juez lo transmitió "personalmente" al comisario Xavier Gámez, uno de sus lugartenientes de confianza, para cuando se definieran las pautas de actuación de la policía catalana para impedir el 1-O.

Para el mayor de los Mossos, no existía una "prioridad" entre la orden de impedir el referéndum y la preservación de la convivencia, sino "una forma de hacer las cosas, de cumplirlo. No es una cosa o la otra, no es garantizar la paz social o cumplir el mandamiento".

En ese contexto ha situado Trapero la reunión del día 28 que mandos policiales mantuvieron con miembros del Govern, puesto que los Mossos querían ser "especialmente cuidadosos" con el uso de la fuerza".

Según el mayor, sus diferencias con el coronel Diego Pérez de los Cobos, alto cargo de Interior designado para coordinar el operativo del 1-O, radicaban en que éste sugería que la preservación de la paz social "no podía ser una excusa para facilitar la votación, una cosa que -ha agregado- a mí me parecía ofensiva".

En ese sentido, ha subrayado que aunque "no hay quien pueda tener duda" de la obligación de cumplir la orden judicial, es necesario "ser estricto con los principios que regulan a la policía".