Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crónica

Los ataques dominan el primer asalto

La política fiscal, la cuestión territorial y los pactos marcan el primer debate entre los cuatro principales candidatos

Los ataques dominan el primer asalto

Es pura ciencia: la política moderna depende en gran medida de la televisión. De hecho, según el CIS el 62 % de la ciudadanía sigue la campaña a través de este medio. Por ello un debate en horario de máxima audiencia puede ser oro puro para un candidato, especialmente en un país con un 41 % de indecisos. Por ello Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera acudieron ayer a TVE conscientes de lo que se jugaban. Se estuvieron preparando a conciencia con sus asesores -Rivera incluso ensayó en un plató alquilado-, limando gestos, memorizando datos. Prestos al cuerpo a cuerpo.

Los impuestos fueron la causa del primer encontronazo. Casado acusó a Sánchez de poner en riesgo la economía: «Cuando la izquierda entra por la puerta el empleo salta por la ventana», le llegó a decir. El líder de Cs se comprometió a eliminar el impuesto de sucesiones y se autocalificó como el futuro «gobierno de los autónomos». Pablo Iglesias hizo de la Constitución su ariete y, con un ejemplar en la mano, glosó los artículos que, en su opinión, no se están cumpliendo, y justificó la progresividad fiscal y el blindaje de las pensiones o los servicios sociales. El presidente del Gobierno, por su parte, empleaba una y otra vez su tiempo en defender a capa y espada las medidas tomadas en sus 10 meses en La Moncloa, reprochó a PP y Cs su bloqueo parlamentario y volvió a enunciar uno de los mantras de su campaña: que lo que se juega el 28A es el progreso o la involución, al tiempo que agradeció a Podemos su colaboración. El tono entre el socialista y el líder de la formación morada fue el más cordial de una bronca noche.

Sánchez, ante el acoso de Casado y Rivera, sacó a colación las políticas de cambio climático y contraatacó con la violencia sexual contra la mujer y la violencia de género. Uno de los momentos más tensos vino a cuenta del feminismo. «Dígale a sus amigos de ultraderecha que el vientre de una mujer no es un taxi», espetó Sánchez a Casado, y volviéndose a Rivera le señaló: «El vientre de una mujer no se alquila».

Cataluña fue otro de los temas más candentes. «Me duele España», dijo Rivera, quien instó a Sánchez a comprometerse a no indultar a los presos independentistas. Casado fue un paso más allá, al acusar a Sánchez de «humillar» a España con su negociación con el presidente catalán, Quim Torra. Así, apostó por una línea de mano dura con Cataluña. Sánchez hizo una defensa del diálogo dentro de la Constitución mientras que Iglesias, momentos antes, llamaba a apostar por la convivencia rebajando la tensión. Tras este primer asalto, los cuatro candidatos se vuelven a medir hoy en A3Media.

Compartir el artículo

stats