A las puertas de que previsiblemente confirme su acusación por rebelión, la Fiscalía ha usado un centenar de vídeos para incidir en la violencia del 'procés', en los que se ha visto desde discusiones entre Guardia Civil y Mossos hasta sillas voladoras contra la Policía y ciudadanos encarándose a los agentes.

En la esperada sesión de los vídeos ante el Supremo, el tribunal le ha dado el turno a una Fiscalía algo perdida que no ha sabido a veces identificar la ubicación de las imágenes con las que ha pretendido demostrar que sí hubo violencia el otoño de 2017 en Cataluña y, por tanto, también rebelión.

Y es que hoy se ha conocido que el ministerio público previsiblemente elevará a definitivas sus conclusiones, es decir, que planea seguir adelante con su acusación de rebelión, malversación y desobediencia.

Lo hará, según indican a Efe fuentes jurídicas, invocando la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que respalda al Constitucional frente a Carles Puigdemont, Carme Forcadell y otros 74 diputados, y avala la suspensión del pleno del Parlament del 9 de octubre de 2017 en el que se pretendía declarar la independencia.

Es una de las primeras resoluciones de Estrasburgo sobre la causa del 'procés' y supone un espaldarazo a la Justicia española frente a los líderes soberanistas -que tienden a recurrir a Europa todas las resoluciones-, cuyos argumentos pueden ser utilizados en la sentencia que dicte el Supremo el próximo otoño.

Volviendo al Salón de Plenos del alto tribunal, éste se ha convertido en una especie de sala de cine donde se han visionado una sucesión de vídeos, primero los de la Fiscalía, muchos inconexos y sin ningún orden, y después los de la Abogacía del Estado.

Ésta, más ordenada, ha propuesto otro tipo de imágenes como el anuncio de las vías del tren, los actos animando a votar o la presentación pública de las supuestas garantías del referéndum; sin dejar de lado las caceroladas contra agentes, los vídeos de mossos llevándose las urnas con el referéndum finiquitado entre aplausos de los votantes o éstos resistiéndose a dejar pasar a la Guardia Civil.

El ministerio público, por su parte, ha proyectado imágenes de ciudadanos increpando a agentes y lanzándoles objetos, de escraches, de persecuciones a coches policiales y más de una agresión, como el lanzamiento de una silla a un agente cuando entraba al instituto Quercus en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), o unos ciudadanos tirando a un agente y dándole patadas en San Esteve Sesrovires (Barcelona).

Gracias a las cámaras subjetivas de la Policía, se ha revivido la tensión del 1-O: empujones, agresiones e incluso algún votante ensangrentado. Y también se han visto otras en las que agentes pinchaban a votantes con la defensa o la utilizaban por encima de la cintura.

A los Mossos se les ha visto a veces tratando de mediar con la Guardia Civil, otras encarándose a ella, también actuando contra los manifestantes, o simplemente viendo cómo les aplaudían el 1-O y abandonando el lugar.

Insultos

"¡Fora!" ha sido la expresión más oída (en un momento se ha visto a una niña diciéndola), pero también otras que iban desde "somos gente pacífica, solo queremos votar" a "esto con Franco sí pasaba".

Pero sobre todo han florecido los insultos, tanto a Mossos como a Guardia Civil. A los primeros, aunque a veces les gritaban "ésta es nuestra policía", otras les espetaban "¡no os merecéis la 'senyera' que lleváis!" o "¡hijos de puta, nos tenéis que defender!".

Contra la Guardia Civil y la Policía los gritos eran "id a pegar a vuestros hijos", "hijos de puta", "asesinos" o "esta noche os vais sin coche", en referencia al 20-S.

Esa jornada ha protagonizado buena parte de los vídeos, sobre todo de los vehículos policiales que acabaron llenos de pegatinas, con las lunas rotas y basura en su interior, y no ha faltado la famosa imagen de los Jordis subidos a uno de ellos para desconvocar y animar a una nueva protesta.

La Fiscalía ha querido mostrar a Sànchez llamando a la movilización y asegurando que el referéndum se celebrará; a Forcadell alentando al voto y a contestar "firmemente" y pacíficamente a "las agresiones y represión de un "Estado" que Cuixart en otro vídeo compara con Turquía y tilda de "represor". "Hemos dicho basta, no queremos saber nada del Estado", dice.

Y también a Junqueras apostando por el triunfo de la democracia y dejando claro "que solo el pueblo salva al pueblo y que el futuro del país está en nuestras manos".

Así, vídeo tras vídeo, ha transcurrido una jornada en la que el tribunal ha rechazado definitivamente el para muchos esperado careo entre el número dos del mayor Trapero, el comisario de Mossos Ferran López, y el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos. Esa es una imagen que no se verá en el juicio.